Dragan Milosavljevic viajó el lunes por la mañana a Belgrado para renovar su permiso de trabajo en su país durante la jornada del martes y volar a Málaga para poder entrenarse este miércoles. Sin embargo, y tal como ocurrió en su día con Jasmin Repesa o Krunoslav Simon, la burocracia le ha retenido un día más de lo previsto y el jugador del Unicaja sigue en Belgrado para solucionar el papeleo. Milosavljevic espera poder arreglarlo durante este miércoles y tomar un vuelo esta misma noche de Belgrado a Fránkfurt y de allí a Madrid, hacer noche en la capital de España y poder jugar el jueves contra el Khimki en Euroliga (20.00 horas).

El tema no es nuevo para el Unicaja. Ya le ocurrió en su día con Jasmin Repesa en diciembre de 2012, que tuvo que ir junto a Simon a Zagreb y no llegaron a tiempo para jugar contra el Chalon francés un partido de Euroliga. Curro Segura, su segundo, tuvo que dirigir aquel encuentro.

Los países balcánicos obligan a realizar esta gestión en persona y Milosavljevic lo está sufriendo en sus propias carnes. El alero viajó desde Zaragoza a Barcelona el domingo por la tarde y el lunes por la mañana tomó un avión hasta Belgrado. Sólo tenía que gestionar su visado y renovar su permiso de trabajo, que luego ha de presentar en su Embajada en España. Se esperaba que el mismo martes todo pudiera quedar resuelto. Pero la burocracia no respeta ni a los jugadores de elite. Milosavljevic, de hecho, debía haber viajado anoche a Málaga y poder entrenarse este miércoles con el equipo.

Sin embargo, Dragan sigue en Belgrado, a la espera de poder solucionarlo. El alero del Unicaja ya se perdió el entreno del martes y se espera que pueda viajar durante esta jornada para hacer la sesión de tiro del jueves, en la previa al encuentro contra el Khimki ruso. El organismo se quedó el martes con su pasaporte y ha de recogerlo y también la renovación de su permiso de trabajo -el primero expira en tres meses- para poder seguir desarrollando su labor en el Unicaja.

Si no hay problemas, Milosavljevic se montará en un avión con destino a Frankfurt esta tarde-noche y dormirá en Madrid, tras otro trasbordo. El jueves por la mañana cogerá un AVE Madrid-Málaga y podrá hacer la sesión de tiro ya en el Martín Carpena antes de jugar por la noche ante el Khimki.