El Unicaja, a siete jornadas de que finalice la Fase Regular de la Euroliga, sigue muy vivo en la máxima competición continental. La opción de jugar el Top 8 gana enteros tras el vital triunfo ante el Maccabi Tel Aviv (83-69). La empresa sigue siendo complicadísima, pero quién iba a decir en el mes de octubre que este equipo, a pocos partidos para el final, iba a estar compitiendo por colarse entre los mejores. Y el Unicaja está ahí por méritos propios, por cosas como las de esta noche tras dominar, ganar y someter a todo un equipazo, el Maccabi, rival directísimo en la pelea por el Top 8. Además de quedarse a dos triunfos de los macabeos, le gana el basket average tras ganar en Tel Aviv y en Málaga.

Y eso que el cuadro de Spahija comenzó con mucha fuerza el partido y endosó al Unicaja un parcial de 0-7 de inicio. Pero pronto el Unicaja comenzó a carburar y cuando consiguió la primera ventaja en el marcador ya no la soltó. Sin contemplaciones, sin experimentos y con un partido muy serio, el equipo de Plaza se fue al descanso con una ventaja mínima pero el camino estaba marcado.

Un arreón meteórico en el tercer cuarto puso tierra de por medio y esta vez el Unicaja si supo cerrar el encuentro a tiempo. McCallum (14), tremendo recital a la carrera, levantó al Carpena, que antes había aplaudido a su entrenador por sus 302 partidos con el Unicaja.

Tiene mérito la trayectoria del Unicaja en esta supercompetitiva Euroliga, donde ganar está carísimo. Meterse en el Top 8 está complicado, pero no imposible. Para lograrlo los verdes aún tienen que visitar Moscú (CSKA) Belgrado o Brose y recibir a Barça, Panathinaikos o Olympiacos... Soñar es gratis y este equipo, cuando quiere, invita a hacerlo.