La Copa del Rey marca en dos la temporada, sirve como ecuador para dividir el curso. El Unicaja. Tampoco pudo hacerlo en los albores de la temporada 2017/18, de nuevo en Las Palmas, cuando la Supercopa abrió la campaña y también se quedó a las primeras de cambio, esta vez expulsado por el Valencia. El equipo regresó al trabajo esta semana, tras un fin de semana de descanso. Hubo un buen trabajo físico y psicológico y dio buena cuenta del Maccabi Tel Aviv. Este «finde», también hay descanso: viernes y sábado. Sin ACB, hay una nueva desconexión, la última ya por las ventanas de selecciones.

El equipo malagueño aprovechó la semana atípica para hacer recuento de todas las emociones vividas hasta ahora en este curso y para trazarse las metas a perseguir a partir de ahora. El vestuario y el cuerpo técnico tienen ya un plan de aquí al mes de junio, cuando culmine la campaña 2017/18. Hay aún dos competiciones en liza y el Unicaja quiere seguir en la pelea.

En la Euroliga, los hombres de Joan Plaza. El Unicaja tan sólo ha disputado una vez en su larga historia tras 16 años jugando Euroliga en una única ocasión. Fue aquel memorable play off ante el FC Barcelona que luego condujo al cuadro costasoleño a la inolvidable Final Four de Atenas'07. Y ahora, el Unicaja quiere emular aquella gesta. Al menos, meterse entre los ocho primeros.

Dio un paso clave este jueves, al derrotar al Maccabi Tel Aviv. Porque los macabeos delimitan ese sueño. El Maccabi es el octavo clasificado de esta Euroliga y, antes de jugar el jueves en el Carpena, aventajaban en tres triunfos al Unicaja. Los de Plaza dieron buena cuenta del cuadro hebreo (83-69) y se sitúan ya a dos triunfos. El average es favorable a los verdes, que ya ganaron en Tel Aviv y volvieron a hacerlo en el Palacio de los Deportes.

Dos victorias sigue siendo un margen amplio, pero mucho más asumible. Además, el Baskonia también cayó esta jornada, por lo que el Unicaja, que sigue siendo décimo en la clasificación, ya empata en la tabla con los vitorianos (ambos con 10-13).

Esta próxima semana, a falta ya de siete jornadas para la conclusión de la Fase Regular, el Unicaja viajará a Belgrado para medirse al Estrella Roja en un ambiente infernal, pero ante un rival ganable. El Maccabi recibirá al líder CSKA Moscú, un verdadero partidazo. Si los amarillos pueden dejarse algún partido en casa, éste encuentro parece el propicio. Y el Baskonia también juega en casa, ante el Khimki.

El Valencia, rival en la ACB

La Euroliga es la competición más llamativa, pero para volver a jugarla hay que clasificarse a través de la Liga Endesa. En la ACB es donde se juega el pan el equipo malagueño. No hay gloria sin hacerlo bien en la competición española. Y ahí el Unicaja tiene un reto: quedar por delante del Valencia Basket.

Quedar por encima de los taronja es clave. El motivo va mucho más allá de ese sano pique deportivo entre las dos escuadras. La ACB reparte una Licencia B para disputar la próxima Euroliga 2018/19. Salvando a Madrid, Barça y Baskonia -los tres con Licencia A-, hay que quedar por encima de los otros equipos involucrados en la zona alta. Y ahí está Valencia (14-6), que aventaja en dos triunfos en la Liga Endesa al Unicaja, con un registro de 12-8. De lo contrario, hay que acabar más lejos que ellos. Es decir, si Valencia (o Herbalife o Fuenlabrada o cualquier equipo sin Licencia A) llega a semifinales y ha quedado por delante del Unicaja en la Fase Regular, el equipo malagueño ha de llegar a la finalísima.

El equipo es consciente de que el Valencia es el rival a batir en este sentido. Y adelantarle sería clave para acercarse a la próxima Euroliga. Los malagueños ganaron en el Carpena en el encuentro de ida y ahora han de visitar a los taronja en La Fonteta, por lo que si repiten triunfo tendrían también el average en caso de empate. Dos objetivos y tres meses y medio por delante.