Definitivamente, Joan Plaza abrió este jueves la puerta a realizar una incorporación de un jugador interior que aporte buenos minutos de rotación, ante los problemas físicos surgidos con James Augustine y Giorgi Shermadini. La decisión del entrenador está tomada y el fichaje tendrá más o menos caché dependiendo de lo que diga la gammagrafía a la que se ha sometido Shermadini, y que será la prueba definitiva para saber el alcance la lesión del pívot georgiano, que lleva 10 días con fuertes molestias en un pie. La resonancia magnética descartó una rotura o fisura ósea, pero se le siguen practicando nuevas pruebas para calibrar su lesión.

«Nos hemos de plantear si hay algo en el mercado que nos pueda ayudar, depende ya si es americano, comunitario... Es complicado, pero Carlos (Jiménez, secretario técnico) está en ello. Estamos pendientes de todo. Gio ha ido a hacerse más pruebas, una gammagrafía, para acabar de descartar más cosas. Y una vez lo veamos esta última prueba, ya tomaremos cartas sobre el asunto. Yo lo único que sé es que Carlos está trabajando y buscando opciones», avanzó Plaza. «Si sale ese mirlo blanco que nos pueda ayudar y amortiguar las lesiones que tengas, aunque las hemos ido evitando hasta ahora, sería genial si pudiéramos tener ese mirlo blanco», deseó el entrenador.

Plaza quiere cerrar un interior aunque explicó las complicaciones que eso conlleva a estas alturas de temporada. «No es una carta de menú que escoges lo que quieres. A veces tú no puedes escoger. Es importante que lo entendáis vosotros, porque si no la gente se confunde. Esto no es ir al supermercado e ir a coger el zumo de naranja. Algunos son muy caros, otros te exigen años posteriores, otros te piden otros condicionantes... es muy difícil fichar a un jugador en cualquier circunstancia pero más en mitad de temporada. Nos gustaría sacar a algún jugador y hay que pagar un buyout. Lo que dicte el examen médico, lo veremos en el mercado y cuando esté, el club decidirá si hace ese paso o no lo hace», dijo el entrenador.

De forma paralela, un jugador muy seguido por Carlos Jiménez se ha puesto a tiro. Se trata del pívot americano Jarrod Jones (2,06 metros y 27 años), que está firmando un curso extraordinario en el Pinar Karsiyaka turco. Es un pívot pequeño, con capacidad de generar mucho juego y un consumado anotador. Tiene pasaporte húngaro y ya estuvo en la órbita verde este verano. El propio Jiménez fue a verle jugar en directo a Murcia este curso. Jones está promediando 19,3 puntos (40% en triples), 6,5 asistencias y 18,5 de valoración en la Basketball Champions League. El caso es que Jones no está al día en los pagos, se le deben un par de mensualidades y el club turco estaría dispuesto a rebajar su cláusula de salida para evitar una denuncia ante la FIBA. Tiene un precio asumible para un jugadorazo de su nivel. El pívot se ha puesto en el escaparate, pero debe andar rápido el Unicaja, porque tiene ya sobre su mesa una propuesta del Lokomotiv Kuban para el próximo curso. El Unicaja puede anticiparse, cerrar su llegada de inmediato y, quizá, negociar un contrato para el futuro.

El mercado, como se ha explicado estos días, es complicado. La Liga de China acaba y libera a buenos jugadores. De los más reconocibles aparece el griego Ioannis Bourousis. En la GLeague también hay jugadores de nivel, pero hay que pagar cláusulas y son mayoritariamente americanos.

Shermadini y la gammagrafía

Shermadini, que tiene un dolor en la planta del pie, siguió ayer sometiéndose a pruebas. La resonancia magnética del miércoles descartó una fractura del dedo del pie. Sigue con molestias y se sometió ayer a una gammagrafía ósea. Una prueba más compleja con pequeñas cantidades de materiales radiactivos llamados radiosondas, captadas por una cámara especial y para crear imágenes del interior del cuerpo. Hoy se realizarán unos test para calcular los parámetros de la prueba. Si sale bien se le repetirá el sábado. Se espera que siga mejorando.