El Unicaja ha activado la opción «fichaje». Tras más de una semana de pruebas médicas, radiografías y hasta de resonancias magnéticas que no desvelaron lesión alguna, la gammagrafía a la que fue sometido el jueves Giorgi Shermadini ha sacado a la luz la verdadera lesión del jugador. El pívot del Unicaja se perderá entre 6 y 8 semanas de competición, dependiendo de la evolución, debido a una fractura por estrés del cuarto metatarsiano del pie izquierdo. El jugador sabía que había algo raro en su pie, pero prueba tras prueba se le descartaba fractura o fisura. Al mediodía de ayer, con los resultados de la gammagrafía en la mano, se confirmaron los peores augurios.

El Unicaja inició movimientos en el mercado y uno de los jugadores con los que ha contactado ha sido, según ha podido saber La Opinión, el estadounidense Jarrod Jones (2,06 metros y 27 años), que está firmando un curso extraordinario en el Pinar Karsiyaka turco, tal y como se informó en la edición de ayer. Y lo positivo es que Jones quiere salir de Turquía y acabar la temporada en Málaga. Es la gran baza que puede jugar el club de Los Guindos, que tiene a tiro a un jugador realmente completo, un refuerzo de campanillas. La secretaría técnica del club quiere asegurarse de que el pasaporte húngaro con el que Jones juega es totalmente válido. Y también si puede romper su vinculación con el Pinar Karsiyaka.

El jugador tiene contrato hasta final de curso pero, tal y como se explicó ayer en estas páginas, se le adeudan las dos últimas mensualidades. Jones está dispuesto a denunciar al club ante la FIBA para poder liberar su compromiso y fichar por el Unicaja. Es un claro ejemplo del compromiso que ha adquirido el pívot por venir. Porque hay pocos jugadores en llegar a estos extremos. Aunque, mucho ojo, el Lokomotiv Kuban le sigue también de cerca y está dispuesto a ficharlo por ésta y otra temporada más.

Jones es un pívot pequeño, con capacidad de generar juego y es un consumado anotador. Tiene pasaporte húngaro que usa tanto en Turquía como el pasado curso en el Libertas Pesaro italiano, y ya estuvo en la órbita verde este verano. El propio Carlos Jiménez fue a verle jugar en directo a Murcia hace un par de meses. Jones promedia 19,3 puntos (40% en triples), 6,5 asistencias y 18,5 de valoración en la Basketball Champions League. El Unicaja ya tiene en sus manos la documentación húngara del jugador y según pudo saber este diario se está ahora en trámites de que le den validez. El Unicaja quiere cerciorarse con las autoridades competentes de que no tendría problema en caso de inscribirlo en la ACB.

Hay que recordar que el Unicaja arrancó la temporada con tres pívots de primer nivel más Viny Okouo, pero que Joan Plaza no contó en ningún momento con Dejan Musli. El pívot serbio, sin oportunidades, recibió una buena oferta del Brose Bamberg y se marchó, sin tener que abonar cláusula alguna. Musli ha jugado en Euroliga con el Brose 10 encuentros, en los que promedia, en 20:45 minutos, 10,7 puntos, 6,8 rebotes y 14,6 de valoración. Pero a Plaza, la secretaría técnica y al club no le servía Musli.

La opción de Jones no es la única que maneja a día de hoy el Unicaja. De hecho, la idea del club es que la secretaría técnica recopile informes de jugadores y precios durante el fin de semana para tomar una decisión este lunes, una vez que se sepa a ciencia cierta si se puede contar con el pasaporte húngaro de Jones, que recibió un pasaporte de Hungría pero que no llegó a debutar con su selección, a pesar incluso de haber ido a una concentración. No hay que descartar ninguna vía, aunque el refuerzo ha de ser español o comunitario para tener cabida.