El Unicaja vivió este domingo una jornada para la historia y este lunes amaneció con una dulce resaca que ha hecho pasar a los libros de historia de Los Guindos la fecha del 11 de marzo de 2018. En un mismo partido, el Unicaja batió su récord de triples en un partido oficial (20) y también su máxima anotación en un choque en casa (114 puntos). Dos récords que ya forman parte de los libros de recuerdos del club, a la espera de seguir avanzando en una temporada a la que aún le queda mucha cuerda.

Lo cierto es que nada hacía presagiar, tras un timorato arranque de partido del equipo malagueño ante el Delteco Gipuzkoa, que el Unicaja iba a pulverizar este domingo por la tarde dos registros de una tacada. Pero ya había avisado Dani Díez, tras apenas 35 segundos de partido, que había buen feeling con el lanzamiento exterior, al convertir el primer triple del encuentro. Pero con 5-9, tras sólo tres minutos, Alberto Díaz siguió el camino de Dani y anotó el segundo intento de tres para los malagueños.

«Es verdad que este año no tengo tanta fluidez en el tiro, llevo dos partidos mejor y esto ayuda a generar confianza y esperemos que siga así. Está siendo una temporada muy dura, en lo mental y físico. En lo personal estoy teniendo altibajos y seguro que partidos así ayudan a mejorar en la recta final de temporada», explicaba el base malagueño a la finalización.

Jeff Brooks anotó el tercero y Sasu Salin metió el cuarto en poco más de cinco minutos. El promedio se iba, a este ritmo, a los 25, superando por supuesto el propio récord verde (17) y llegando al récord del Valencia Basket, que tiene 21 triples desde el 17 de abril del 2016, precisamente, ante el equipo de San Sebastián.

La buena racha siguió y siguió. La gente, en la grada, comenzó a percatarse de que algo extraordinario ocurría. Al tiempo, Nemanja Nedovic comenzó una sesión especial de «El Show de Nedo». El serbio vio el aro como una piscina. Canastas de todos los colores, en penetración, cayéndose, con dos más uno... Un verdadero espectáculo.

Waczynski anotó el decimosexto de la tarde para el Unicaja y Nedovic firmó el decimoséptimo. El equipo ya había igualado su récord, que databa de varios encuentros, tanto de ACB como de Euroliga. Y fue el propio Nedovic el que metió también el número 18.

«Fue un buen partido para todo el equipo. Sabemos que tenemos que seguir ganando en la Liga ACB. Es una de esas noches en las que el aro parece muy grande, y mis compañeros me han buscado mucho y me han ayudado mucho. Lo más importante es ganar, pero claro que estoy feliz por un partido como éste. El coach ha visto que me sentía bien, que el equipo estaba bien conmigo en la cancha y por eso no me ha cambiado», explicaba el jugador serbio tras el encuentro, antes incluso de saber que iba a ser el MVP de la jornada, gracias a sus 37 de valoración.

Waczynski hizo que el Unicaja pasara la barrera de los 100 puntos (101-71), pero la racha malagueña desde el arco de 6,75 metros parecía agotada en los 19. El serbio Milosavljevic anotó el vigésimo: 110-79. Faltaba 1:37 para la conclusión. La grada quería los 21 para igualar el récord. Pero lo que llegó fue el definitivo punto 114 de los malagueños, su tope de anotación en un encuentro casero. «Cualquier triunfo tiene su mérito en la ACB. Estoy muy contento por haber aportado mi dos de tres en triples para consumar el récord», apuntó Dani Díez.

La tarde-noche fue redonda, doble récord para el equipo y tope anotador de Nedovic y MVP de la jornada. El serbio quiere más. «Hay que poner el pie en el acelerador porque cada partido ahora es como una final. Se trata de estar lo más arriba posible en la ACB, por delante de Valencia, e intentar en la Euroliga ganar todos los de casa y por lo menos un partido fuera».