El Unicaja no está teniendo esa pizca de suerte tan necesaria en cualquier gran competición. Esta Euroliga no le está regalando nada al equipo malagueño. Los verdes han tenido media docena de victorias en sus manos, pero por unas razones u otras se les ha escapado de los dedos. Una mala decisión, un triple que no entró, últimas jugadas decisivas que se fueron al limbo... Lo cierto es que el Unicaja ha ocupado durante los últimos meses una confortable décima posición en la clasificación de la Euroliga. Ahí ha tenido a tiro de dos victorias a Maccabi o Baskonia, con los que ha peleado por meterse en la octava posición. Ese es el puesto que delimita la clasificación al Top 8 y a los play off previos a la disputa de la Final Four de Belgrado 2018.

Pero el equipo malagueño perdió en Belgrado contra el Estrella Roja, luego lo hizo ante el CSKA y después contra el Panathinaikos. Esas tres derrotas consecutivas, a pesar de la victoria posterior ante el FC Barcelona, le dejó sin opciones de luchar por el sueño del Top 8. Y, lo peor, la posterior derrota frente al Brose Basket de Dejan Musli le ha llevado a bajar desde la décima a la decimotercera plaza de la Euroliga. El 13 de 16 clubes. El problema es un cuádruple empate con Brose, Estrella Roja y Valencia Basket, del que los malagueños salen muy mal parados. El Unicaja perdió los dos partidos con el Brose, al igual que con Valencia, y sólo pudo lograr un triunfo ante el Estrella Roja. Así que de esos seis partidos que se computan para medir el empate entre los cuatro, el Unicaja arrastra una única victoria y cinco derrotas. Un bagaje horrible que le ha llevado a ser decimotercero, con un balance de 11-17. Y ojo que por detrás vienen Milán y FC Barcelona, con 10-19 (los dos ganaron ayer). El Unicaja ganó al Olimpia 74-71 y cayó en Milán por 101-87, por lo que tiene average perdido. Sí lo tiene ganado con el Barça, al que ganó tanto en el Palau como en el Carpena.