Los trabajadores de Los Guindos despidieron ayer en un almuerzo al todavía gerente del Unicaja, Ángel Bordes, que este próximo 30 de abril abandonará el club para incorporarse al gabinete jurídico de la Liga ACB, donde será la mano derecha del nuevo director general de la patronal, José Miguel Calleja. Su salida de la entidad es ya inminente tras ocho años en el club. Bordes se incorporó al equipo de trabajo del Unicaja Baloncesto, procedente de la la entidad financiera, en el verano de 2010 y, tras unos meses como asesor legal, a finales del mes de abril de 2011 se convirtió en el gerente del club tras la prejubilación de Rafael Jiménez.

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l Unicaja conoce ya desde hace un tiempo la intención de Bordes, y desde entonces trabaja en un recambio. No habrá, hasta el verano, un nuevo gerente como tal. Porque Bordes, además, no ha sido un gerente al uso. El ejecutivo ha tenido, en realidad, funciones más próximas a las de un director general, coordinando, supervisando y con poder de decisión en todas las áreas del club, y amasando una tremenda capacidad de poder. Interlocutor con instituciones, organismos o representantes de jugadores, Bordes ha sido el mandamás en la entidad en ausencia del presidente, Eduardo García, con quien ha trabajado codo con codo en estos años.

Ahora, Eduardo García debe tomar la decisión sobre quién asumirá parte de esas responsabilidades y la intención es anunciar a su consejo de administración en los próximos días que la marcha de Bordes provocará que cada sección y departamento del club sea más responsable y autónomo. El presidente será el que ejerza más control y Mireya Jimena se encargará de realizar una especie de coordinación de los departamentos, siempre bajo su supervisión.

Jimena, que ha trabajado en los departamentos de Contabilidad y Márketing, lleva ya un par de años siguiendo de cerca los pasos de Bordes, siendo una especie de ayudante. No realizará su labor, ya que las relaciones con la ACB y Euroliga, por ejemplo, las hará personalmente el presidente, y parece imposible que ningún otro gerente próximo en el club pueda atesorar ese nivel de responsabilidad tan alto que tiene aún Bordes.

Se trata de una solución que debe encontrar mayor estabilidad cuando acabe la presente temporada. Para entonces, están previstos una serie de ajustes dentro del organigrama de la entidad, propiciados por la Fundación Unicaja, propietaria de Unicaja Baloncesto. Hay ya un nombre sobre la mesa, procedente de Unicaja Banco, para incorporarse más pronto que tarde al club en ese puesto. Mientras tanto, el funcionamiento del club seguirá su curso con un mejor clima laboral que en los ocho últimos años.