El Unicaja conoció ayer que el miércoles 3 de octubre arrancará su participación en la Eurocup 2018/2019, la segunda competición en importancia del baloncesto europeo, que el equipo verde jugará por segunda vez en su historia, tras acabar séptimo esta temporada en la Liga Endesa.

El objetivo del cuadro cajista era volver a disputar la Euroliga el próximo curso, pero su mal esprint final liguero, con derrota en el play off por el título a las primeras de cambio, le ha impedido lograr billete para la máxima competición continental, con lo que disputará, dos años después, la Eurocup, trofeo que ganó la temporada pasada 2016/2017, tras superar al Valencia Basket en una final de infarto que se decidió en el tercer partido en La Fonteta taronja.

Jugar la Eurocup supone un paso atrás en lo deportivo, es evidente. Por el Carpena no pasarán ni el CSKA ni el Fenerbahce ni el Olympiacos ni el Panathinaikos... Pero también es un gran retroceso en ingresos económicos respecto a la Euroliga, aunque sigue repartiendo mejores dividendos que la Basketball Champions League, la competición que organiza la FIBA.

La nueva Euroliga estrenada hace un par de temporadas y que este curso ha disputado el Unicaja es una máquina de ingresar dinero para los clubes. Por el mero hecho de participar, los 16 clubes que disputan los 30 partidos de la Fase Regular se llevan un fijo de 200.000 euros. Cada victoria liguera en la primera fase lleva como premio añadido 37.000 euros más. Los triunfos en el play off de cuartos de final previo a la Final Four tienen 70.000 euros de gratificación. Y el premio más gordo se lo llevan los cuatro clasificados para la Final a Cuatro. En el caso de esta temporada: Real Madrid, Fenerbahce, Zalgiris y CSKA, que a todo lo ganado hasta llegar a la cita de Belgrado sumaron un millón de euros, el Real Madrid, campeón; 500.000 euros fueron para el finalista Fenerbahce, 300.000 para el Zalgiris (3º) y el CSKA (4º) añadió 150.000 a su cuenta corriente.

La próxima temporada, en la Eurocup, las ganancias serán mucho menores, aunque un poco más elevadas de las que gozó el Unicaja la temporada pasada, cuando alzó el título al cielo de Valencia. El club de Los Guindos ingresó 310.000 euros por ganar la Eurocup 2017, una cifra casi ridícula comparada con los 681.000 euros que se ha embolsado este curso por participar en la Euroliga, tras ganar 13 partidos (se paga 37.000 euros cada victoria), además del fijo de 200.000 euros.

Es verdad que en la Eurocup los gastos de arbitraje corren a cargo de la propia competición, pero las cifras por ir superando las distintas fases de la competición son mucho más modestas. Por jugar la Regular Season son 20.000 euros, 30.000 por disputar el Top 16, 40.000 por estar en los cuartos de final, 60.000 por las semifinales, 125.000 euros por ser subcampeón y el premio gordo de 300.000 euros por alzar el trofeo continental.

O sea, que el equipo que gane la próxima Eurocup 2019 sumará 450.000 euros, que son 140.000 euros más de los que ganó el Unicaja por su título en 2017, pero la friolera de 231.000 euros menos que lo que ha ganado el Unicaja este curso en la Euroliga sin pasar siquiera la primera fase.

Si la comparación la hacemos con el Real Madrid, campeón de Europa, que superó los 2 millones de euros de ganancias entre Fase Regular, play off y Final Four... pues todavía se hace más evidente el diferente rasero económico entre las dos competiciones.