El Unicaja ya le ha hecho llegar a Luis Casimiro, a través de su agente, José Cobelo, una oferta para entrenar al equipo malagueño el próximo curso, en el que la entidad ha decidido romper con el pasado, tras anunciar la marcha de Joan Plaza tras cinco temporadas en Málaga. El club quiere atar cuanto antes al técnico manchego, aunque es consciente de que aún deberá esperar al menos unos días, porque Casimiro se encuentra inmerso en la disputa de las semifinales del play off por el título.

El Herbalife Gran Canaria dio la gran sorpresa de estas eliminatorias por el título, al derrotar, con factor pista en contra, al Valencia Basket por 1-2. El acceso a las semifinales le ha servido para ganarse una Licencia B de la ACB que da la opción de jugar la próxima Euroliga, lo que ha desatado la locura en Las Palmas. Aún sigue compitiendo el Herbalife en las semifinales ligueras, ante el Real Madrid, y tras la serie, y si queda eliminado, tendrá que decidir sobre su futuro.

El representante ya tiene el ofrecimiento en su mano, tras conversaciones mantenidas en las últimas horas con el Unicaja, pero el club verde no tendrá respuesta hasta que Casimiro concluya la temporada. Luis Casimiro es un nombre más del presidente, Eduardo García, que ya trabajó con él hace seis años.

Casimiro tiene ahora la opción de regresar a Málaga, aunque aún debe decidir. El manchego ha metido al Granca en la Euroliga y, presumiblemente, puede ocurrir lo que pasó con Plaza el pasado año en Málaga: que un gran éxito tape una relación deteriorada con Berdi Pérez y algunos jugadores en la isla. Hace menos de un mes había pitos en los partidos del Herbalife. La gesta ante el Valencia tiene mucho mérito y la entidad amarilla debe discernir y decidir si le hace una oferta para continuar o le deja libre, con lo que le abriría las puertas de Los Guindos, tras su paso hace seis temporadas ya.

Casimiro ya estuvo en la «casa» durante la recta final de la campaña 2011/12, cuando tuvo que asumir el control del equipo en momentos de máxima necesidad, cuando el Unicaja cayó en barrena y Chus Mateo perdió el control de la nave verde, con una tremenda racha de derrotas. A Casimiro no le tembló el pulso para prescindir de EJ Rowland y Kris Valters y darle galones a por entonces un jovencísimo Alberto Díaz, que subió del Clínicas Rincón junto a Pepe Pozas, con Berni Rodríguez como segundo base.

Esa apuesta por la cantera, su mano firme en temas disciplinarios, su normalidad en la toma de decisiones y su experiencia y buen gustaron mucho en la entidad. Es más, se pensó en darle la oportunidad de continuar con los manos del equipo, pero ya existía un compromiso con el croata Jasmin Repesa. Existe una especie de deuda entre las dos partes.

El manchego tiene ya, a través de su agente, una primera idea de lo que el Unicaja puede ofrecerle. Habrá que esperar aún unos días. Quizá, incluso una semana. Por eso, el director deportivo, Carlos Jiménez, sigue recabando informes del vasco Ibon Navarro y del catalán Joan Peñarroya.