El malagueño Jesús Carralero, que el próximo 24 de julio cumplirá 18 años, ha tomado la decisión, como en su día hicieron otros compañeros en el club, de abandonar el Unicaja para continuar con sus estudios y con el baloncesto en Estados Unidos. La tentación de estudiar una carrera en una universidad estadounidense privada, con todos los gastos pagados, y poder competir al más alto nivel en la NCAA ha hecho que el talentoso alero de 1,98 metros haya decidido dar el salto a EEUU y dejar, por el momento, el club malagueño.

Carralero cumple ahora 18 años y acaba su etapa como júnior, por lo que el Unicaja le planteó firmar ya un contrato profesional, como hizo la pasada temporada con el gaditano Ignacio Rosa, para que estuviera a caballo entre el equipo ACB y el equipo EBA. Sin embargo, la decisión del jugador es la de continuar con su formación, tanto académica como baloncestística, lejos de Málaga.

El alero sigue el camino que ya han emprendido un buen número de jugadores que se han formado en la cantera de Los Guindos. Parece imposible luchar con las universidades americanas, el proyecto de vida que allí se les ofrece, compaginando el baloncesto con una carrera universitaria.

Carralero va a seguir los pasos que en su día dieron iconos de la cantera verde, como el propio Domantas Sabonis. El pívot lo hizo tras haber tenido ya minutos y protagonismo en el primer equipo. Antes, el base Francis Alonso, el pívot marbellí Rubén Guerrero, el alero Víctor Ruiz, el coíno José Alberto Jiménez o los malagueños Andrés Aguado y Enrique Cortés dejaron Málaga para probar aventura en Estados Unidos.

A algunos les va mejor que a otros. Sabonis tuvo una transición de sólo dos años y de la Universidad de Gonzaga se inscribió en el draft de la NBA, para ser ahora un pilar fundamental de los Indiana Pacers. También le van las cosas muy bien a Francis Alonso, que ha llevado a la Universidad de North Caroline Greensboro al March Madness, siendo elegido mejor jugador de su conferencia. El base-escolta disputará este próximo curso su cuarto y último año de jugador. Francis entró ayer en la prelista de 24 jugadores de la selección nacional de Sergio Scariolo para estas ventanas FIBA.

Rubén Guerrero cambió de South Florida a Samford este año, por lo que sufrió una penalización y no ha podido jugar esta temporada. El próximo afrontará también su último curso allí. Ahora Carralero sigue esos mismos pasos, el de un éxodo que, lejos de remitir, aumenta. El alero llegó al Unicaja por primera vez para disputar la Minicopa ACB de 2014 en Málaga, en la que jugó como invitado, ya que militaba en el CB El Palo. Su impacto en el equipo fue inmediato y llegó al club al año siguiente. Desde entonces, no ha dejado de crecer, convirtiéndose en uno de los más firmes talentos locales.

El alero hizo la pasada pretemporada con el primer equipo, junto a José Luis Ibáñez, Ignacio Rosa y Morgan Stilma, siendo muy útiles y ayudando en verano al Unicaja. Ahora, el club le ha propuesto, una vez que concluye su etapa como júnior, firmar un contrato largo, como ocurrió con Ignacio Rosa el pasado verano. Pero Carralero tiene otros planes. Le espera otro país, otra cultura y otro idioma. Y una carrera universitaria y cuatro años de básket becados para seguir con su progresión. Al igual que con el resto de los canteranos que se marchan, el club se guarda sus derechos de formación.