Luis Casimiro Palomo se ha despedido este mediodía del Herbalife Gran Canaria y, en una rueda de prensa junto a los responsables del club, ha dicho adiós a su etapa en el Granca para viajar de inmediato a Málaga y firmar su nuevo contrato por dos temporadas con el equipo verde. El coach llegó ayer a un acuerdo total con el equipo malagueño y ahora su idea es viajar de inmediato a la Costa del Sol, donde se le espera ya, para así rubricar su compromiso con el Unicaja por dos temporadas.

Casimiro, según recoge en "La Provincia" el periodista Manuel Ojeda, se ha despedido con caballerosidad y agradecimiento. El manchego dice adiós "sin ningún reproche" y apunta que, después de tocar techo, con su continuidad únicamente hubiese empañado su trayectoria como amarillo, aunque estaba la golosina de disfrutar la próxima campaña de la máxima competición continental.

"Lo que he hecho aquí sólo lo puedo empeorar. ¿Para qué voy a enterrar algo? Me puedo ir como me voy. He hecho historia en este club y sólo puedo empeorarla si me quedase. Me puedo ir con esa satisfacción. Por mi parte, me voy pleno, lleno y con la satisfacción del deber bien cumplido", manifestaba Luis Casimiro, quien estuvo acompañado por Enrique Moreno, el presidente, y Berdi Pérez, director deportivo.

El hasta ahora máximo responsable del banquillo del Granca se mostró agradecido con todos los estamentos de la institución claretiana, desde la clase dirigente a los que trabajaron directamente a sus órdenes, jugadores y empleados. Se le vio realmente emocionado cuando le dedicó unas palabras a su mano derecha, Víctor García.

No quiso Luis Casimiro desvelar nada sobre su futuro. Eso sí, dijo que el CB Gran Canaria "me puso de nuevo en el mercado" cuando lo fichaba en el verano de 2016. "Hubo un momento en que no sonaba el teléfono", reconocía. "Ahora no dependen de mí los tiempos, sino de las próximas ofertas", manifestaba.

"Me voy con la tranquilidad del deber cumplido, de sentirme respetado y valorado. Las palabras privadas con Berdi y con el presidente me hacen sentir así. No tengo ningún tipo de reproche. Es una relación que se rompe con naturalidad, y con la tranquilidad por ambas partes de estar plenos. Nada frustrante ni que tengamos que reprocharnos", confesaba.

Luis Casimiro habló de lo bien considerado que se ha sentido "por la calle", más allá de las posibles críticas de la afición hacia su persona. Considera que estas han sido anecdóticas: "Sólo un día en dos temporadas vi que la grada no estaba conforme -en la derrota en casa contra el Iberostar Tenerife-. No tengo la sensación de que la prensa me diera una hostia. Fui muy respetado, la crítica fue normal cuando no estuvimos a la altura. Del Gran Canaria Arena siempre me ha llegado el respeto y el apoyo. Me he sentido, insisto, muy respetado y valorado".

No se arrepiente "de nada" de lo que ha hecho durante su trayectoria en el banquillo amarillo. De esa singladura en el Granca, se queda con dos momentos. Ambos tienen que ver con la consecución de los principales logros del equipo: "El título de la Supercopa en Vitoria y la clasificación en Valencia para la Euroliga".