A sus 35 años, el gallego Fran Vázquez vuelve a estar en la órbita verde. El pívot hace un parón, mientras hace las maletas para irse con la selección, para atender a La Opinión. Un chiringuito habitual para él, unas fotos en la playa y una charla sobre cómo ve ahora su carrera, el baloncesto y el Unicaja. A Fran le quedan pilas para jugar «dos años más». Le quedan pilas y quiere agotarlas en Málaga.

¿Cómo le va la vida?

Bien, la verdad es que bien. Disfrutando de esta semana sin competición, antes de irme de la selección española.

Capitán de la selección... ¡quién se lo iba a decir!

Sí, sí, es verdad (risas).

¿Qué hay de cierto y de falso de esa leyenda urbana suya con el equipo nacional?

No, no ha pasado nada. Siempre lo he dicho. Me he llevado muy bien con todo el mundo en el equipo nacional. No he tenido nunca problemas. Que si novatadas, que si me llevo mal, que si esto... Nada de nada. Se hace una montaña de un grano de arena. Sólo pedí que se respetase mi decisión, la que tomé en mi momento, de no ir con la selección. Y ya está.

¿Y se esperaba ser capitán?

No lo esperaba, la verdad. Cuando me llamaron para la primera ventana me sorprendió. Me llamaron Sergio (Scariolo) y Jorge (Garbajosa), y me dijeron que yo iba a ser el capitán€ Te sorprendes, la verdad. Tras tanto tiempo que piensen en ti es un orgullo. El reto que teníamos era importante. La gente decía que éramos la segunda o la tercera selección y el grupo ha sido estupendo. Ha sido un orgullo estar con ellos.

Se va a encontrar a Alberto Díaz, cuídelo bien.

Le pegaré un abrazo, pero no voy a decirle nada. Es un placer que esté. Cuando nos veamos le daré un abrazo, pero él ya sabe lo que tiene que hacer. Me alegro por él. Porque ha crecido y va a crecer más. Y por la energía que pueda dar en la pista. Me alegro mucho.

Es un éxito para el Unicaja y para Los Guindos...

Desde luego. Un orgullo muy grande que Alberto esté ahí.

Dejó el Unicaja hace dos años, ¿cómo le ha ido en Tenerife?

Me ha ido bien. Cuando me fui del Unicaja, mi salida, no fue la mejor. Yo nunca he mentido, siempre fui de cara. Fue un año raro, muy frustrante, porque sentía que no ayudé al equipo, no hice nada, no me salió nada. Fue frustrante... Descansé en verano y me dediqué a resetear. Estoy contento por los dos años allí. He conseguido la Champions League y la Intercontinental, títulos que no tenía. He vuelto a disfrutar del baloncesto y he demostrado que puedo hacerlo.

¿Qué título le falta por ganar?

La Eurocup.

Ufffhhh...

Del Unicaja, tras ganar la Copa del Rey, me fui a Girona. Y en el Barça lo gané todo. Llegó la Liga, la Euroliga€ Hay que seguir.

Siente, por lo que me ha contado, que tiene una deuda pendiente con el Unicaja.

Yo creo que no€ Mis tres años anteriores fueron buenos. Yo soy Fran Vázquez. Sé cuál es mi trabajo, y siempre doy lo máximo. No se ve mucho, porque no soy de meter 20 puntos. En ese sentido sí ayudé, estoy tranquilo con el club y la afición. El año pasado cuando vine con Tenerife, la gente me recibió con cariño y aplausos.

Ahora es agente libre. ¿Le gustaría volver al Unicaja?

Es imposible decirle que no al Unicaja€ (risas). Sería volver a casa. Jugar en el club donde me he formado, en la ciudad que es mi casa, donde está mi vida€ Claro que me gustaría. Jugar en casa de nuevo sería muy bonito. Pero es algo que no depende de mí.

¿Aceptaría un rol de quinto pívot en el Unicaja?

Se habla de todo. Los periodistas a veces vais más adelantados que nosotros y las negociaciones. Hay cosas, pero tampoco lo sé bien. Tengo varias opciones, además, pero esto siempre es lento.

Cosas de la vida, esta semana se ha entrenado en Los Guindos.

Sí, sí, ha sido muy bonito. Siempre lo he dicho, aunque me haya ido del Unicaja, en Málaga he estado a gusto. Hablé con Enri Salinas, el «prepa» del Unicaja y la selección, por si podía trabajar con él. Hablé con Carlos (Jiménez) y me dijo que sí. Entrenar allí es bonito y me ha traído muchos recuerdos.

¿Cree que Fran Vázquez puede encajar en el puzle cajista?

Podría caber como quinto o como cuarto pívot. En los dos últimos años, en Tenerife, ése ha sido mi rol. Éramos dos pívots y me he adaptado bien, con otro joven, Mamadou Niang. Si juego 5 ó 15 minutos, siempre voy a ayudar. Tengo cuerda para un par de años más.

¿Dos años?

Yo creo que sí€ No he tenido graves lesiones. Sólo una rotura de fibras hace dos años, que fue la primera. Me cuido muy bien, vivo para el baloncesto. Tengo cuerda para dos años más.

El Unicaja le hizo una oferta a Mike Tobey, compañero suyo en Tenerife. ¿Cómo es?

Es un jugador que todos hemos visto: con buena mano de fuera, incluso de tres. Es un jugador joven, con tiempo de mejora para jugar de espaldas. Y es muy bueno en el rebote.

¿Ha seguido la temporada del Unicaja?

Claro. La Euroliga y jugar tantos partidos te puede afectar. Hubo momentos que estuvieron bien, pero los vi algo irregulares. Antes de la Copa del Rey tuvieron una buena dinámica. Creo que este nuevo formato ha afectado, sobre todo al final. Tantos partidos acumulados afecta. Son muchos. Creo que al final les pasó factura.

El otro día Luka Doncic fue elegido en el tres del draft y me acordé de usted. ¿Se arrepiente de no haberse ido a Orlando, cuando fue drafteado en el 11 en 2005?

Fue una decisión que la tomé muy centrado. Tenía un problema grande en la familia y había que darle vueltas. Pero tomé la decisión, y al final fue fácil. Luego también me surgió la opción de ir, pero no me arrepiento.

17 temporadas lleva ya en la ACB. Es el rey del rebote, el rey del tapón...

No soy ni el rey de mi casa (risas). Vas pasando etapas. Y estoy feliz por todo lo que he conseguido. He disfrutado a lo máximo de lo que he estado. Con 35 sigo disfrutando. Y espero seguir haciéndolo. Ahora conozco más el juego y mi cuerpo. Soy menos explosivo. Pierdes un poco el timing, la flexibilidad. Pero yo me encuentro bien. Con 17 años sin calentar hacía mates y ahora tengo que calentar, claro. Pero eso nos pasa a todos.