Tyrese Rice entra en la escena del Unicaja. El jugador se ha convertido en uno de los grandes objetivos para redondear el juego exterior malagueño. El base estadounidense ha entrado con fuerza en la lista de opciones que maneja la dirección deportiva, ya que Brian Roberts, al que se le pasó una oferta por una temporada, sigue sin responder al ofrecimiento del equipo malagueño. Cansado de esperar al base estadounidense, el club trata ahora de hacer números para cuadrar una operación que le daría un salto de calidad importante.

Ya se ha producido, según ha podido saber este periódico, contactos entre el club malagueño y los agentes del jugador para tantear la contratación del «jugón». Por ahora, sólo eso. Las exigencias económicas del base superan el millón de euros, y el club debe encuadrar la operación, pues se sale de presupuesto. Sin embargo, existe la voluntad de realizar este movimiento. Todos en Los Guindos tienen meridianamente clara la imperiosa necesidad de acertar con el base. Es, sin duda, la clave del proyecto. Especialmente, porque este verano han dejado la entidad Ray McCallum y Nemanja Nedovic, y no ha llegado aún ningún refuerzo, aunque el madrileño Jaime Fernández, como ya se informó ayer, será oficial hoy lunes o mañana martes.

Rice es un jugador que le daría al equipo malagueño una nueva dimensión. El base estadounidense no ocupa, además, plaza de extracomunitario, ya que tiene pasaporte montenegrino. El club podría emplear esa plaza en el pívot que aún resta por fichar.

El problema es que la operación es muy compleja, Rice tiene más «novias» y supone un importante gasto económico. El base acaba de cumplir 31 años y jugó la segunda parte de la temporada con los Shenzhen Leopards de la Liga de China. Allí promedió en los 18 partidos que disputó 18,9 puntos, 4,6 asistencias, 2,9 rebotes y 14,4 de valoración en 32:20 minutos.

Rice fichó hace dos veranos por el FC Barcelona tras una brutal inversión del equipo culé por el ex del Khimki. Pero la llegada de Sito Alonso le dejó en un segundo plano. Vivió momentos muy tensos en la casa culé e incluso pasó a entrenarse con el segundo equipo, como forma de presión. Tras unos meses muy complicados, en enero rescindió su contrato y fichó por los Leopards, que le han pagado 150.000 euros mensuales.

Factor «Hoops Internacional»

Pero ahora se ha abierto una rendija. El club y la dirección deportiva tienen una relación extraordinaria en el último año y medio con la agencia «Hoops Internacional», a cargo de Paco López y Álvaro Tor. Su sociedad está vinculada con la estadounidense «Priority», que lleva los derechos del jugador. El Unicaja fichó el pasado curso a Ray McCallum o James Augustine de Priority. Y hace dos años, a Jeff Brooks. Sin ir más lejos, el primer fichaje del Unicaja 2018/19 también lleva el sello de «Priority», ya que la agencia tiene la representación del ala-pívot canadiense Kyle Wiltjer. La buena relación y el hecho de que club y agencia trabajan mucho juntas en los últimos años es algo positivo.

El caché de Rice ha bajado debido a su falta de adaptación al FC Barcelona, pero sigue siendo muy alto. Su nombre además, está en la agenda de algunos clubes de Euroliga. Al equipo verde le toca aún esperar, pues el estadounidense de 1,85 metros quiere aún esperar a otras opciones de máximo nivel. Hay equipos muy poderosos buscando bases y el Unicaja es consciente de que no puede luchar contra los grandes trasatlánticos.

Este último curso define bien la carrera de Rice. De firme candidato a jugar en la NBA tras brillar con Boston College pasó a jugar en Europa, comenzando por equipos de segundo nivel, como Panionios griego y Artland alemán. El primer club importante fue el Bayern Múnich, y desde ahí comenzó una espiral de grandeza para jugar en el Lituania Rytas lituano, Maccabi de Israel y Khimki ruso.

El estadounidense es un jugador que le viene como anillo al dedo a este Unicaja, falto de un líder, de un base muy anotador, que amase la bola, tome decisiones en ataque, penetre para encontrar pases a compañeros abiertos y juegue el pick and roll. Todo eso lo tiene Tyrese Rice, que sería un magnífico reclamo, además, para la campaña de abonos lanzada por el club para el próximo curso.

El Unicaja se está cansando de esperar a Brian Roberts, al que se le pasó el miércoles una oferta por una temporada. El club le pidió que contestara en unos días y puso como fecha límite hoy lunes. Pero aún no ha llegado contestación al ofrecimiento verde, que ronda los 800.000 euros por un año. Un buen contrato que hace dudar al jugador, ya que ha recibido otra oferta del Zalgiris, pero inferior a la del Unicaja. Aunque cambiar la Euroliga por la Eurocup no es plato de buen gusto. De cualquier forma, el club sigue atento a Roberts. Es cierto que ha activado la opción de Rice, pero si el ex del Olympiacos quiere, él será el base verde.