Ante los objetivos de las cámaras, Gema García (Málaga, 1985) ha vestido por primera vez los colores de su nuevo equipo, Unicaja. Si hace unos días la entidad anunciaba su fichaje estelar para la campaña 2017/18, la presentación en sociedad no ha tardado en llegar y la paleña ha expresado en varias ocasiones sus "ganas de jugar en Málaga". García cuenta con una dilatada experiencia en la élite del baloncesto femenino, llegando a ser subcampeona de Europa con el Rivas Ecópolis madrileño en el año 2012, pero la "ilusión por regresar a su tierra" ha sido un pilar fundamental en su decisión final.

Después de toda una vida deportiva compitiendo tanto en LF2 como en Liga Femenina, la base es el primer refuerzo de un proyecto que comenzó la pasada campaña, pero que se quedó a las puertas del ascenso. El estilete de la sección femenina del Unicaja volverá a competir la próxima temporada en Primera Nacional, y García ha reconocido que el para ella el mayor reto es "conseguir ascender", uno de los objetivos principales del club también, ya que este curso pasado la plantilla era ''muy joven aún''. Ex jugadora del prestigioso Real Canoe, entre otros, la malagueña ha querido destacar que en la provincia "siempre ha habido mucho baloncesto femenino de calidad", así que la opción de poder darle continuidad a la idea del club costasoleño es muy apasionante.

Gema García no solo estará al timón del conjunto dirigido por Lorena Aranda, sino que también se dedicará a "gestionar la preparación física de la cantera", como ha subrayado el presidente, Eduardo García. Mientras competía ante las mejores en el panorama europeo, García se licenció en Ciencias del Deporte y Actividad Física, todo sumado a su experiencia como entrenadora de varios equipos base. Un refuerzo de lujo que servirá además como "aliciente para las canteranas", tal y como ha dicho el director de Fundación Unicaja, Sergio Corral, puesto que es una referencia en el mundo de la canasta.

Cabe recordar que este proyecto se presentó el año pasado en tiempo récord, y que la Fundación Unicaja planteó al principio la creación de cuatro equipos, para acabar creciendo hasta seis. Después de un año, los resultados cosechados han sido bastante positivos con un infantil proclamándose campeón de España, y un nacional rozando la promoción a Liga 2, algo que deja entrever las aspiraciones que ahí desde Los Guindos y la esperanza depositada en una sección por la que se está apostando más fuerte todavía este verano.

Pero esta explosión del baloncesto femenino no es unilateral. El año que viene el Asisa Alhaurín de la Torre peleará ante rivales como Estudiantes o Spar Gran Canaria en la segunda mejor liga de España, tras conseguir culminar un proyecto de cinco años en una apasionante fase de ascenso. Las categorías inferiores de los clubes malagueños no paran de mejorar, aumentando el número de licencias femeninas que le llegan cada año a la delegación en la provincia de la FAB, y creando un escenario idóneo para que el futuro de este deporte este en manos de jugadoras puramente malagueñas.