El Unicaja ha realizado una profunda "limpieza" de jugadores con los que se ha desvinculado en los últimos días, todos fabricados en su cantera. Chicos, en su mayoría extranjeros, que no han llegado al punto de maduración que el club desesaba para estar ya en el primer equipo y con los que ha decidido romper sus compromisos. Esos jugadores ya han comenzado, sin embargo, a encontrar destinos.

Romaric Belemene (1997, República del Congo) llegó a Málaga con 14 años y se desvinculó del Unicaja la semana pasada, ha firmado un contrato con el Breogán, un recién ascendido a la Liga Endesa. El alero africano seguirá en el más alto nivel aquí en España. Quien cambia de país es Morayo Soluade. El base inglés, que formó parte del equipo verde en Euroliga, se desvinculó también hace unos días y ha suscrito un acuerdo, que aún no es oficial, con el Legia Varsovia de Polonia.

Otro de los jóvenes de la cantera que no sigue es José Luis Ibáñez. El alicantino que ha estado en el Unicaja los últimos años de su formación, rindiendo a buen nivel en el júnior en EBA, ha fichado por el JAFEP Fundación Globalcaja la Roda. El equipo manchego milita en LEB Plata, y allí seguirá Ibáñez su carrera. El pívot rumano Cris Uta y el ala-pívot balcánico Kenan Karahodzic, tras sendas cesiones este pasado curso, también se desvincularon del Unicaja y siguen buscando destinos.