Puede que muy pronto, junto al término «profesional» en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, salga la foto de Carlos Suárez. Mientras tanto, el capitán del Unicaja sigue dando muestras de su total implicación, dentro y fuera de la pista, con su profesión de jugador de baloncesto y con el escudo del Unicaja.
El ala-pívot del equipo malagueño lleva un verano en el que apenas ha tenido vacaciones y en el que se está machando en lo físico. Sesiones de carrera continua y bicicleta estática para estimular el trabajo de cardiología, mezcladas con gimnasio y una dieta más saludable, han hecho que el «capi» haya perdido durante estas vacaciones seis kilogramos de peso.
Carlos ha cumplido ya los 32 años y afronta, también en lo personal, una temporada clave, en la que puede acabar su contrato. El de Aranjuez firmó por cuatro temporadas el pasado verano, en un formato de «dos más dos». Es decir, este próximo 30 de junio de 2019, el Unicaja puede cortar su compromiso o darle continuidad dos años más. El capitán verde quiere acabar su carrera en Málaga y cumplir de nuevo dentro del parqué, como ha hecho desde que fichó por el club de Los Guindos, hace ya cinco temporadas.
Suárez se está cuidando como nunca lo ha hecho y en sus perfiles de Instagram y Twitter es fácil viéndole trabajar a destajo: bicicleta estática, levantando pesas, haciendo y mejorando tiro con el exjugador Pedro Robles... Todo suma y el madrileño ha perdido ya seis kilogramos. El ala-pívot gana así agilidad y movilidad. Ahora, el jugador cajista está siguiendo un plan de trabajo a través del equipo del prestigioso fisio Joaquín Juan, fisioterapeuta personal de Pau Gasol durante muchos años, que ha trabajado con muchos de los mejores deportistas del país.
Suárez ha disputado ya la friolera de 310 partidos con la camiseta verde y se ha convertido en el quinto jugador con más encuentros en la historia del club. Muy pronto sobrepasará a Gaby Ruiz, que jugó 315 encuentros con el club, y se convertirá así en el cuarto en este ránking de históricos.
