El baloncesto cambia y, por primera vez, el Unicaja. Los 12 jugadores que formarán parte del equipo estarán a disposición de Luis Casimiro, y el día 20 de agosto, el entrenador y sus hombres se verán las caras ya en el Carpena. Arrancará el trabajo en pista, alternando gimnasio, labor física y continuando aún con la habitual batería de test físicos a cargo del preparador, Diego Vázquez, con la colaboración de los fisios, Mario Bárbara y Alejandro Ballesteros.

Pero no es oro todo lo que reluce. Pronto, muy pronto, comenzarán los problemas para el equipo. En este atípico verano, sin Eurobásket ni Mundobásket ni Juegos Olímpicos, el último invento de la FIBA, con la creación de «ventanas» para que las selecciones jueguen encuentros clasificatorios para el Mundobásket de China 2019, va a crear un agujero de dimensiones extraordinarias en el seno de la plantilla verde. El problema es de tal magnitud, que Luis Casimiro tan sólo va a tener a cinco hombres para disputar los encuentros amistosos de la pretemporada. Un verdadero caos.

La FIBA obliga a los clubes a ceder a sus jugadores convocados desde el 30 de agosto. Es decir, que con apenas 10 días de trabajo juntos, hasta siete hombres se irán con sus selecciones. Aunque el Unicaja aún no ha recibido ninguna notificación, las últimas «Ventanas» sirven de guía y acudieron con sus equipos nacionales Alberto Díaz y Jaime Fernández (España), Sasu Salin (Finlandia), Dragan Milosavljevic (Serbia), Gio Shermadini (Georgia), Adam Waczynski (Polonia) y Mathias Lessort (Francia). O sea, que a Casimiro sólo le quedarían los nacionales Dani Díez y Carlos Suárez, los americanos Brian Roberts y Kyle Witjler, y Viny Okouo.

Cabe una opción: que cada jugador pueda negociar con su seleccionador o federación. El propio Unicaja también quiere realizar algún movimiento en ese sentido. Así, al menos, podrían estar los internacionales para el Circuito Movistar, que se celebrará del 2 al 4 de septiembre. El Unicaja intentará que todos estén para estos dos primeros partidos, aunque no dependerá del club, porque FIBA marca esa fecha del 30 de agosto.

Seguro que serán baja para el Torneo Costa del Sol, de 13 al 15 de septiembre, contra el Real Madrid y el Olympiacos. Con un problema agravado: los dos rivales son equipos de Euroliga y, por lo tanto, no cederán a sus jugadores para esas «Ventanas». Es decir, que el Unicaja tendrá que medirse a las mejores plantillas del Viejo Continente con sólo cinco profesionales.

La FIBA ha diseñado dos encuentros de selecciones. El primero, el 13 y 14 de septiembre. El segundo, el 16 y 17. De esta forma, los internacionales verdes únicamente podrían jugar la final de la Copa de Andalucía del día 23, en Alhaurín de la Torre, contra el ganador del partido entre Granada y Real Betis.

Todo esto lleva al primer equipo a mirar a la cantera. Y lo hará justo en un momento donde existe un salto en el que no hay aún jugadores preparados para este nivel. El club cuenta con el pívot Morgan Stilma para que sea el jugador 13 de la plantilla. Es decir, un canterano que ayudará en los entrenamientos, pero que jugará con el EBA. Algo muy similar a lo que hizo este curso Ignacio Rosa, que ha sido cedido ahora a Oviedo, en LEB Oro.

En ese «salto», hay pocos jugadores que estén preparados para competir con profesionales. El que más puede rendir a un mejor nivel es Pablo Sánchez. El jienense, que hace dos años fue elegido mejor jugador del Campeonato de España infantil con el Linares, fue fichado hace ahora dos años para la cantera verde. El internacional sub'16 está preparado para el reto, aunque aún le pilla muy joven.

Más empaque tienen Alessandro Scariolo (2001) e Ismael Tamba (2001), y habrá que ver el estado del pívot africano Ablaye Sow. Dependiendo de las necesidades que se deriven en esta pretemporada incluso otros canteranos como el escolta Lucas Muñoz y el interior Matheus Maciel tendrán que echar una mano al primer equipo.