El Unicaja regresará hoy a la competición en el VIII Costa del Sol, tras su debut del jueves en Arroyo de la Miel frente al Olympiacos, con derrota por 77-94, pero buenas sensaciones. Los verdes se medirán esta noche en Marbella al Real Madrid (20.00 horas/101TV y Canal Sur) y hay ganas de volver en acción a la camada de jóvenes cachorros de Los Guindos que rindieron a un gran nivel frente al gigante griego. Y, especialmente, al estadounidense Brian Roberts, el nuevo base del equipo malagueño y que firmó un gran partido, en el que exhibió un gran catálogo de recursos.

Roberts demostró que puede, cuando el equipo lo necesita, un buen director de juego y tratar de nutrir con buenos pases a sus compañeros. Y, si es necesario, puede sacar su artillería para anotar de tres, en penetración, tras bote, sacar dos más uno... Una tremenda cantidad de recursos que mantuvieron al Unicaja con vida durante los tres primeros cuartos del encuentro.

Roberts se convirtió en la única vía de anotación del Unicaja, además de «Robin Hood» Wiltjer, y sólo cuando David Blatt cerró esa vía de anotación con una defensa de hasta con dos hombres sobre él, Roberts dejó de castigar el aro heleno, y el Olympiacos se marchó.

Su carta de presentación para la afición malagueña tiene, además de esas buenas sensaciones, números de escándalo: el base americano firmó en 27:05 minutos, 24 puntos (5/7 de dos, 4/5 en triples y 2/2 en tiros libres), 6 asistencias y 3 rebotes para llegar a los 31 de valoración. Su actuación fue sensacional y, avalado en lo que ve día a día en cada entrenamiento, el entrenador del Unicaja, Luis Casimiro Palomo, apuntó el foco sobre él y le coronó como el nuevo líder del equipo malagueño.

«Teniendo en cuenta que tácticamente estábamos muy limitados, porque teníamos muy pocas bazas ofensivas, Roberts ha demostrado el talento que tiene. El talento que es capaz de generar para los demás, pero cuando tiene que asumir responsabilidades es un jugador determinante. Creo que puede ejercer de líder, tiene la suficiente experiencia y capacidad para hacerlo y vamos a pedirle que sea uno más en el trabajo, que esté bien arropado para el resto y ha demostrado un poco y ha dado pinceladas de lo que puede ser él», explicó el técnico verde sobre el base y su portentosa exhibición ante el Olympiacos de Spanoulis y compañía.

El americano está demostrando en este primer mes que lleva en Málaga tener una ética de trabajo intachable. Se siente cómodo en Málaga, donde su familia se ha asentado maravillosamente bien, y trabaja, a pesar de sus 32 años (cumplirá 33 este 2018), que ha venido para currar como el primero. No se queja, ayuda a los jóvenes, transmite buenas sensaciones y ayuda a hacer vestuario. En el club están muy contentos por él y le miman, porque saben que dependiendo de su nivel, el Unicaja podrá jugar en una dimensión o en otra.

En el pasado Costa del Sol fue Ray McCallum el que jugó a un nivel estelar ante el Alba de Berlín en Archidona. Son, sin embargo, jugadores muy distintos. McCallum fracasó en su primera experiencia en Europa. Jugador muy de rachas, de momentos y de sensaciones. Con un juego letal a campo abierto pero muy limitado en el cinco contra cinco. Roberts tiene esa experiencia en Europa que le faltaba a McCallum. Y llega tras un año de vuelta a la realidad.

De la NBA a Europa

Y es que el base ha estado de 2012 a 2017 en la NBA, jugando minutos muy puntuales, alejado del protagonismo. El pasado curso decidió volver a Europa y en el Olympiacos retomó el contacto con esa «realidad», jugando de forma habitual, siendo más importante en el equipo y con un rol más destacado. Esa experiencia de este último año le vendrá bien para que su adaptación sea más sencilla.

Casimiro ya ha dicho públicamente que él lo tiene todo para ser el líder de este nuevo Unicaja. Es, de hecho, el hombre con más caché y experiencia dentro del equipo verde. El que, junto a Jaime Fernández y Adam Waczynski, tiene más puntos en sus manos. Y, además, Roberts demostró el jueves que, con unos compañeros muy jóvenes, puede también repartir juego y dar seis asistencias.

No firmará 31 de valoración cada noche de partido, pero sí que podrá ofrecer esa regularidad a un nivel alto tan necesario para que el equipo crezca y que tanto se echa de menos en el Unicaja tras los intentos fallidos de los últimos bases, Oliver Lafayette y el mencionado McCallum.