Cuatro meses en la más absoluta ruina baloncestística, sin un partido del Unicaja que echarte a la boca, y de repente, como la tromba de agua que cayó el otro día en Nerja, el básket nos va a salir hasta por las orejas. El viernes arrancó la fiesta en el Carpena ante el Valencia Básket, el show vivió su segundo capítulo, ya en la Eurocup, en Lituania ante el Rytas Vilnius, y hoy juega el Unicaja ante el Montakit Fuenlabrada. De nuevo fuera de casa y de regreso en la Liga Endesa, el Unicaja se verá las caras esta noche ante el equipo fuenlabreño.

Tres partidos de una tacada, sin descanso tras el complicado y fallido viaje a Vilnius, y sintiendo ya el aliento del Real Madrid en el cogote, este próximo domingo, en la capital de España. Así están las cosas y así ha de aceptarlas el Unicaja. Es lo que es y hay lo que hay. Y, tras la hibernación en pleno verano del básket ACB, se agradece. ¡Claro que se agradece!

El Unicaja busca su sitio en Fuenlabrada. Se trata de un periplo lógico y entendible. Entrenador nuevo, cuatro fichajes, pretemporada atípica... Se dan todos los condimentos para que el Unicaja tenga dos caras. A todos nos sorprendió la excelente puesta en escena del equipo malagueño ante el Valencia Basket en Málaga. El equipo estuvo notable en muchos aspectos y desarboló en varios momentos del partido al temido equipo taronja.

Y, ciertamente, también llamó la atención la desidia del arranque en Vilnius y las malas decisiones tomadas en la recta final, tras una meritoria remontada y los minutos colosales de Mathias Lessort. El Rytas puso, a ratos, colorado al equipo malagueño, al que se le vio lejos de esa complicidad exhibida ante Valencia.

¿Qué Unicaja veremos hoy? Pues esa es, qué duda cabe, la gran incógnita del equipo malagueño a estas alturas. En pleno proceso de aprendizaje, con las piezas aún muy desencajadas y cada uno tocando el instrumento de oído, el conjunto de Luis Casimiro está todavía en obras.

Para empezar, el Unicaja necesita más consistencia de sus bases. Mediado el segundo cuarto en Lituania, entre Alberto, Roberts y Jaime sólo llevaban dos puntos, tras dos tiros libres del canterano de Los Guindos. Los tres jugaron mal y no ayudaron demasiado. Unos destellos de Jaime con Lessort en el tercer cuarto y un par de triples de Roberts, que luego maquilló hasta los 13 puntos.

De la abundante batería exterior del equipo no hay nadie que esté de dulce. Milosavljevic ha comenzado el curso en la misma línea de la temporada anterior, Salin no termina de entrar y Waczynski, a pesar de ser el que tiene más minutos, no es el tío atrevido y acertado en el perímetro que necesita este nuevo Unicaja. Dani Díez ha comenzado como el último en la rotación pero no extrañaría nada verle hoy en el cinco titular, para ayudar en el rebote, donde se flaqueó el pasado martes ante los bálticos.

Lo más potable ha sido, por ahora, la fortaleza interior. Lessort firmó un tercer cuarto en Vilnius que nos hace soñar con grandes cosas. Shermadini tendrá hoy también pívots más pequeños y más móviles, así que deberá andarse con cuidado. La regularidad es ahora la asignatura de Wiltjer y también Suárez ha de ser mucho más consistente. ¿Y Viny? En el banquillo... por ahora.

El Montakit es una rival de cuidado, especialmente en su pista. El pequeño y ruidoso pabellón fuenlabreño apretará duro esta noche. Es su estreno en casa tras pasearse en el debut liguero por Donostia. Tienen confianza y un equipo con mezcla de experiencia (Bellas, Popovic o Clark) y juventud, con el recién llegado Lucas Nogueira, de la NBA. Chris Eyenga, que tan buenas sensaciones dejó en Málaga en los play off de hace dos años, es duda por problemas físicos. Su base de españoles suena bien y hoy habrá que jugar un buen partido. Casimiro ya entrenó allí. Esperemos que guarde ases bajo la manga.