La fiabilidad del Unicaja empieza a ser incuestionable hasta para sus mayores detractores. Ganar en Turín, en Bar, en Fráncfort, en Fuenlabrada o en Manresa está muy bien, es sinónimo de solvencia y de estar haciendo las cosas con sentido, pero a algunos todavía no les había valido del todo. Los de la «botella medio vacía» pedían algo más para creer. Una victoria de enjundia en una pista de ésas en las que históricamente lo normal es sufrir y perder. Pues, ¡ea!, aquí está ese triunfo de caché. En la pista del Morabanc Andorra, en la misma que el Unicaja perdió 66-60 la temporada pasada; 92-87, la anterior; y 82-79 hace tres cursos. Allí, en el Principado, el Unicaja sumó este sábado noche su séptima victoria del curso en nueve partidos. Sí, sí, ¡7 de 9! Casi nada.
El Unicaja, en un día muy exigente, estuvo muy serio. Fue de menos a más, apretó un par de veces en el segundo (27-34) y en el tercer cuarto (52-62) sin conseguir su objetivo, pero metió la directa en el inicio del cuarto final (72-85) y el rival ya sí se rindió.
Los verdes están de dulce. Ganan sus partidos porque sí. Si no es por su ataque fluido es por su empeño en defensa. Si no es a base de triples, es buscando a sus jugadores interiores. Siempre encuentran la fórmula ideal en el momento oportuno. El catálogo de recursos que muestra el equipo de Luis Casimiro es ilimitado, aunque sea con una rotación disminuida ahora por la baja por lesión de Alberto Díaz y el sempiterno banquillazo que se está llevando Viny Okouo.
El Morabanc vendió cara la derrota. Le buscó las cosquillas al Unicaja desde el salto inicial, llegó a mandar por 7 puntos en el primer cuarto, puso sobre el parqué todas sus armas para frenar a la máquina verde, pero no pudo con el empuje cajista.
En el esperado duelo entre Dylan Ennis y el renqueante Jaime Fernández, los dos mejores jugadores (en números) de lo que va de Liga Endesa, se colaron un par de artistas invitados. Brian Roberts jugó su mejor partido desde que llegó a Málaga el pasado verano. El base americano metió 20 puntos, repartió 5 asistencias, robó 3 balones y se fue hasta los 28 de valoración. El otro gran protagonista fue un ex del Andorra, Gio Shermadini, con un doble-doble: 17 puntos y 10 rebotes, con 31 de valoración. De Carlos Suárez no digo nada porque fue un día más en la oficina para él: 11 puntos, 8 rebotes y 21 de valoración. O sea, lo de casi siempre. Lo del «capi» es puro espectáculo.
El partido fue un pim pam pum toda la primera parte. En uno y en otro lado de la cancha. Los locales salieron mejor gracias al acierto de Vitali (14-7). Pero su dominio en el marcador duró poco. Shermadini empezó a hacer daño en la pintura a su exequipo y los verdes se pusieron por delante ya al final del primer cuarto, 20-22.
El segundo acto fue más de lo mismo. Intercambio de canastas en uno y otro lado de la pista, con el Unicaja casi siempre por delante, pero sin romper un partido que a la hora del descanso estaba prácticamente equilibrado en el marcador, 47-48.
El Unicaja jugó sus mejores minutos nada más volver del intermedio. El equipo de Casimiro acertó con el tiro exterior, defendió mejor y se fue 10 arriba, 52-62. Ennis ejerció de MVP para que su equipo se agarrara al partido, aunque al final del tercer cuarto la ventaja era de los costasoleños por 7, 68-75.
Llegado el momento de la verdad, el dominio verde fue a más. El Unicaja se fue hasta 13 arriba, 72-85, con menos de 6 minutos por jugarse del último cuarto. El Morabanc lo intentó, pero el Unicaja no le dio ni opción a creer en la remontada.
No es todavía tiempo de sacar la calculadora y echar las cuentas de la lechera, pero este triunfo andorrano es verdad que da a los verdes mucho aliento para afianzarse entre los cuatro primeros de la clasificación. Y es que a falta de 8 jornadas para el final de la primera vuelta, para ese día «D» en el que los siete primeros tendrán su pasaporte copero en el bolsillo, el objetivo de los verdes no puede ser otro ya que mantener este Top 4 actual, esperando un sorteo de Copa lo más asequible posible, sin los «euroligos» Real Madrid, FC Barcelona y Baskonia como posibles rivales en el cruce de cuartos de final.
Pasado con nota el exigente examen de Andorra, el Unicaja se prepara para una semana aparentemente tranquila. Los verdes tienen por delante dos partidos caseros estos próximos 7 días. El miércoles, contra el Mornar montenegrino, en la antepenúltima entrega de la primera liguilla de la Eurocup. Parece fácil, ¿no? El sábado, por su parte, llegará al Carpena el UCAM de Murcia. Otro partido que se debe ganar€ salvo sorpresa. ¡Que pase el siguiente!