El Unicaja decidió pillarse el puente, enlazó el parón de las «Ventanas» FIBA con esta doble festividad por la Constitución y la Inmaculada, y rompió su buena racha en Badalona, donde no compareció a ratos, y sólo jugó en un arreón de orgullo en el tercer cuarto, tras haberse visto 20 abajo, y fue un equipo endeble, débil... como de vacaciones. Los cajistas habían iniciado la temporada de una forma impresionante: con 15 triunfos en 18 partidos. Pero los hombres de Luis Casimiro Palomo dejaron a un lado estas buenas sensaciones y volvieron a la senda de la derrota tras haber ganado sus seis últimos choques. El Unicaja cayó en Badalona tras más de un mes de triunfos ininterrumpidos, ya que no caía desde el pasado 6 de noviembre en Burgos. El parón le ha sentado al Unicaja como una puñalada, con un juego defensivo errático, y con una actuación en el Olímpico muy por debajo de sus posibilidades.

El Unicaja sumó acciones descabelladas, se abandonó, con una falta de concentración alarmante y sin tensión alguna en la mayor parte del choque. De 2-6 pasó a perder 24-16. Y, a partir de ahí, el abismo. Porque no es explicable encajar 50 puntos en 17 minutos en Badalona, donde ya iba avisado. Porque ir a jugar a la pista de «La Penya» es sinónimo de pasarlsa canutas y, en la mayoría de los casos, de derrota severa.

El Unicaja, por no hacer, no hizo ni faltas personales: 6 al descanso. En ese momento, los verdinegros acumulaban un 15 de 23 (65%) en tiros de dos y 8 de13 (61%) en triples. Fue, por momentos, sonrojante comprobar cómo el equipo no daba la talla, se dejaba ir y por fallar, hasta erraba los tiros libres. Ver malgastar cuatro intentos a Carlos Suárez, tan fiable en sus últimos años en Málaga, da a entender el grado de desconexión del equipo en Badalona. Lo mal que ha sentado esta «Ventana» FIBA.

El marcaje inicial de Milosavljevic sobre Laprovittola quedó, simplemente, en una anécdota. El argentino tardó poco en llevar el partido a su terreno, amasando la bola, agotando posesiones, dejando al Unicaja en la estacada. El Unicaja no estuvo a la altura durante ese trecho de partido en el que llegó a caer por 20 puntos (55-35), sin buscar un solo balón en la zona, y con un cortocircuito defensivo que no era permisible.

El paso por el vestuario trató de arreglar el entuerto. Y el Unicaja, por unos instantes, pareció cancelar el viaje y ponerse manos a la obra: 55-45. Pero fue un querer y no poder. Por fin se buscó a Gio Shermadini en la "pintura". Aunque fue sólo una breve aparición. El Unicaja lanzó 23 veces de dos y 37 de tres en el partido. Un dato muy esclarecedor de la propuesta verde. El Unicaja estuvo por debajo de lo que debía hacer para ganar en el Olímpico de Badalona. Y eso que un triple de Alberto Díaz, que reapareció tras casi dos meses, dejó la diferencia por debajo de los 10 puntos: 70-61.

Pero Laprovittola anotó un triple, luego le birló a Lessort tres tiros libres y volvió a meter de tres: 79-63. El partido ya estaba acabado, con el argentino con 28 puntos y maestro de ceremonias para los catalanes. El Unicaja, sin nada ya que poder hacer, trató de arañar en un final de partido que estiró durante casi dos horas en el tiempo. En el lío de los tiros libres, con técnicas, el resultado se quedó en Badalona: 93-86. Como ha sucedido tantas y tantas veces ya.

Las estadísticas del partido, en este link.