El Unicaja, desde que arrancó este Top 16 de la Eurocup, sabe que para acceder al Top 8 debe ganar al menos un partido fuera del Martín Carpena. Jugárselo todo a los averages particulares, viendo además los resultados obtenidos en la primera vuelta, parece una temeridad. Por eso, la visita a Limoges, al colita del Grupo G del Top 16, con tres derrotas en tres partidos, se antoja como la ocasión idónea para darle un mordisco a la clasificación y meter ya un pie en las eliminatorias por el título.

Tras la derrota sufrida en Valencia (85-74), el calendario fue benévolo y trajo a Málaga a los dos siguientes rivales. El Unicaja no podía permitirse ni un despiste. Y así ha sido. El equipo malagueño no ha fallado y ha despejado dudas. Los verdes salvaron las visitas de Estrella Roja (79-74) y Limoges (79-72) con dos triunfos que le han colocado segundo de grupo, por detrás del invicto Valencia, con una victoria más que Estrella Roja y dos por encima de Limoges. Es cierto que en el duelo en el Palais Des Sports de Beaublanc (20.30 horas) es una final en toda regla para el cuadro limusino. Para ellos, la derrota en casa puede conducirles directamente a la eliminación.

Claro que aquí el favorito es el Unicaja. El club con más presupuesto, más recursos, mejores jugadores y más aspiraciones es el Unicaja. El triunfo hoy es innegociable para los cajistas, salvo que elijan un camino tortuoso y lleno de espinas y trampas en su caminar hacia el Top 8. Por eso, lo más aconsejable esta tarde-noche es ganar para respirar tranquilos.

El Limoges va en línea ascendente. No lo hizo nada mal el pasado miércoles en Málaga. Le faltó instinto asesino y una plantilla de mayor nivel para ganar a un Unicaja que no acaba de volver a ser ese equipo top. En nada ayuda el tropiezo liguero del domingo en Santiago de Compostela, dicho sea de paso. Los galos están mejorando semana a semana. Este fin de semana, en su Liga, ganaron fácil por 81-68 al Pau Orthez.

Ya demostraron los limusinos su potencial aquí en el Carpena. Un equipo con mucho físico, con grandes atletas por dentro, pero limitado en talento. Habrá que vigilar muy de cerca a Dwight Hardy, su auténtico motor. Y ojo porque ellos en su coqueta pista se crecen. El Valencia ganó con apuros por 74-79 hace un par de semanas.

Debut de Boatright

Luis Casimiro por fin podrá contar con Ryan Boatright en la Eurocup. La normativa de la competición cerró el mercado de fichajes al arrancar el Top 16 y abre una ventana entre la tercera y la cuarta jornada. Es decir, que el pequeño base estadounidense sí que podrá jugar ya hoy. A partir de aquí, el Unicaja ya no podrá realizar más incorporaciones, ni la de ese «cuatro y medio» que tanto se echa de menos mientras Carlos Suárez ha cumplido ya más de un mes desde que se lesionó ante el Fiat Turín.

El «capi» sufrió paso atrás en su proceso de recuperación de su rotura muscular en el gemelo esta pasada semana y se espera que pueda llegar para la Copa del Rey. Es decir que será baja hoy y la semana que viene ante el Valencia Basket, segurísimo. Ya veremos qué ocurre ante el Estrella Roja, en la última jornada del Top 16.

Así las cosas, Casimiro tendrá a diez jugadores hoy disponibles, más Viny Okouo. Una rotación que sigue siendo algo corta, especialmente porque hay jugadores que están atravesando un preocupante bache de juego. Eso sí, parece que haya mejor partido ni rival que este Limoges para levantar el vuelo. A los franceses también les gusta jugar rápido y hacer un baloncesto atractivo. El técnico limusino, Francois Peronnet, tiene las serias dudas de dos jugadores interiores, Isaiah Miles y Samardo Samuels. Esperemos que el Unicaja sea capaz de ganar hoy la partida.