La aventura americana que arrancaron en su día Francis Alonso y Rubén Guerrero ya atisba su final. Los dos sabían perfectamente cuando abandonaron Málaga, hechos dos pipiolos, para estudiar un curso puente a la Universidad, que su periplo universitario en EEUU tenía fecha de caducidad. Y tanto Francis como Rubén están exprimiendo al máximo su último año en la NCAA. Un curso que entra ya en la recta final, porque los dos están a un solo mes de que arranquen los play off finales de la Southern Conference que dan paso al «March Madness».

El 8 de marzo, en el U.S. Cellular Center de Asheville, los 1o equipos de su Conferencia se darán cita para lograr el título de la «SoCon» en eliminatorias de eliminación directa. Sólo el campeón podrá vivir la sensación de ser uno de los 64 mejores centros académicos de todo el país y disputar el famoso «March Madness».

El base Francis Alonso y el pívot Rubén Guerrero han alcanzado la plenitud de sus cortas carreras. Francis es el líder indiscutible de UNC Greensboro, segundo clasificado de la Southern Conference con un balance de 9-1, y con un acumulado de la temporada de 20-3. Greensboro tiene el reto de finalizar primero de la fase regular, para lo que tiene que adelantar a Wofford (11-0).

Francis, de 22 años, desea con todas sus fuerzas cumplir ese reto para seguir quemando récords dentro del programa de baloncesto de su centro académico. Ya es el mejor triplista de la historia de Greensboro y va camino de ser también el máximo anotador. En este curso, el malagueño está entre los mejores anotadores europeos de toda la NCAA. El malagueño, que está teniendo muchos minutos de alero, promedia 15,6 puntos (111 de 277 en triples con el 40,1%), 2,9 asistencias y 2,4 rebotes en 29:30 minutos en los 35 partidos que ha disputado. Su progresión es una pasada.

Aunque para paso al frente, el que está dando Rubén «El Gigante» Guerrero en su nueva Universidad de Samford. El marbellí se pasó un año en blanco el pasado curso porque dejó South Florida por Samford. A sus 23 años, el pívot de 2,11 metros está jugando el mejor baloncesto de su carrera. Su poderío de intimidación, con sus largos brazos, está siendo sensacional. Y su poderío interior permitió que Samford firmara uno de los mejores arranques de toda su historia. El equipo no pudo seguir ese ritmo meteórico, y desde que arrancó la Southern Conference su balance es de cuatro triunfos y siete derrotas, en el sexto puesto de los 10 equipos que la conforman.

En lo personal, Rubén está en unos números espectaculares: 13,9 puntos de media, 8,1 rebotes y 2,2 tapones (el decimocuarto de toda la NCAA) en 29:40 minutos. Su progresión ha sido tremenda y ahora su ilusión es acabar lo mejor posible la temporada y poder hacer algún campus de verano con equipos de la NBA. Los jugadores grandes son piezas codiciadas y, ante la dificultad para poder llegar al «March Madness», tiene que centrarse objetivos individuales.

Esta madrugada, a partir de la 1.00 horas (en España), Francis y Rubén vuelven a verse las caras en la pista de juego. El encuentro se celebra en Greensboro, con la universidad del escolta malagueño como gran favorita. En el encuentro prenavideño en el que Greensboro y Samford se vieron las caras ganó Greensboro por 83-75, con una exhibición de Francis (30 puntos) y doble-doble de Rubén: 14 puntos y 10 rebotes, más 3 chapas.