Damas y caballeros, niños y niñas... ¡Bienvenidos al mayor espectáculo del baloncesto! ¡Bienvenidos a la Copa del Rey! Brian Roberts, el malabarista; Sasu Salin, el contorsionista; Dani Díez, el equilibrista; y Giorgi Shermadini, el gigante. El Unicaja está preparado para dar la cara y regalar también espectáculo. Cuatro de sus jugadores se atrevieron a cambiar canastas, parqué y balones por malabares, cuerdas y cuchillos durante unas horas. Fue inolvidable para los cuatro, que se lo pasaron pipa. Ver a Shermadini, el gigante de más de 2,10 metros, balancearse como un niño de 10 años le devolvió la sonrisa de su infancia al georgiano, flamante MVP del mes de febrero de la Liga Endesa.

La Copa del Rey es el mayor espectáculo del básket y también es la Copa de los sueños. El Unicaja se siente preparado y para ello, cuatro de sus figuras acudieron a una cita muy especial con La Opinión de Málaga. Como gran maestro de ceremonias, Alfonso de la Pola. El malagueño, fundador y director de la compañía Rolabola, recibió el pasado 2017 el Premio Nacional de Circo del Ministerio de Cultura. Una vida en el alambre que vio recompensa.

Alfonso condujo a los jugadores del Unicaja a La Cajonera, en el polígono La Estrella y junto al Auditorio, donde Kike Trotonix, Eva María Expósito y Lula Amir gestionan un espacio cultural en una coqueta nave que ellos mismos han adecuado y remodelado.

De inmediato, Roberts echó mano a los malabares. «Puedo hacerlo con dos balones, pero esto es más complicado», decía entre risas. Sasu Salin, el más expresivo y ágil, enseguida copió las instrucciones de Lula para subirse a una de las atracciones. Hábil como un gato, Salin posó, se divirtió y fue paciente. Porque a Dani Díez le costó algo más adaptarse a su nueva rutina de equilibrista. Pasada las lógicas novatadas, no sin risas de todos, el madrileño logró coordinar sus más de dos metros.

Y el que se lo pasó pipa fue Shermadini. Primero, con la bicicleta de una sola rueda en la que incluso se mantenía de pie. Luego, con los bombines que fueron yendo de cabeza en cabeza. Y después, paseándose y danzando. No tuvieron problemas, al revés, en ensayar con los cuchillos. Shermadini fue de nuevo el más atrevido, mientras Roberts amagaba con lanzarle. Después, Salin se colocó como víctima y puso, a modo de Guillermo Tell en su cabeza, no una manzana, sino el balón con el que se disputará la próxima Copa del Rey. Sonoras risas en una animada sesión de fotos. Del Carpena a La Cajonera, donde los jugadores mutaron en artistas del noble arte del circo.

Y es que el Unicaja llega a esta Copa del Rey con fundadas esperanzas en hacer el más difícil todavía y poder levantar el título. El triunfo in extremis y sobre la bocina en la prórroga ante Real Madrid ha sido como una inyección de moral y de adrenalina, que se redobló el pasado sábado ante el Baxi Manresa.

El malabarista Roberts espera poder guiar por el buen camino al Unicaja en la Copa. «Podemos ganar, estamos preparados. Yo me encuentro ahora muy bien, me siento bien, sé leer mejor a mis compañeros, estoy lanzando, entiendo al equipo y puedo ayudarlo a mejorar. Me encuentro bien y hay situaciones en las que estamos tomando buenas decisiones. Me siento muy cómodo, creo que puedo jugar a un gran nivel».

El contorsionista Sasu Salin quiere llegar lo más lejos posible. «Es una competición especial, podemos ganarla los ocho equipos que estamos en Madrid. La Copa es una vez al año y necesitas llegar bien, hay que estar en el Top 8. Y podemos ganarla si jugamos a nuestro nivel. Aquí perdimos por 20 con Tenerife y no va a ser fácil. Si jugamos nuestro baloncesto podemos ganar a Tenerife, Valencia o Madrid. Es mi quinta Copa, tres en Gran Canaria y dos aquí», comenta el finés.

El equilibrista Dani Díez está dispuesto a todo. «La Copa es muy especial. Yo la gané aquí en Málaga con el Madrid. Nosotros llegamos bien, con muchas ganas».

Y el gigante Gio Shermadini quiere ser el más grande todavía. «Estoy bien, todo está bien. Carlos está de vuelta y eso es importante para el equipo. Son sólo tres partidos, eso es la Copa, no podemos pensar en Valencia o Barcelona, sólo en Tenerife. Es la primera cosa en la que debemos pensar. Veo a mis compañeros preparados, no sentimos bien, queremos jugar una buena Copa del Rey», remata el MVP georgiano.

El Unicaja quiere seguir soñando y, a ser posible, levantarse el lunes por la mañana, con el título en las manos, bebiendo de la gloria tras hacer el más difícil todavía en el mayor espectáculo del baloncesto: la Copa del Rey.