17 días. 17 largos días. 17 días con sus tardes y sus noches y la nebulosa de la Copa del Rey, del tremendo fiasco copero vivido por el Unicaja ante el Iberostar Tenerife (88-78), dando vueltas por el Carpena, camino a Los Guindos, ida y vuelta. Lo peor de la Copa, además del tremendo varapalo que ha supuesto para el equipo, es que no podrá haber revancha hasta dentro de 17 días.

Tras la durísima derrota copera, el Unicaja no volverá a jugar ahora hasta el próximo 3 de marzo. Un suplicio. La derrota sólo se cura con victorias. Y si, además, es de la proporción y la contundencia de la que se sufrió el jueves en los cuartos de final de la Copa del Rey, hay aún más ganas de volver a jugar y tener revancha. Pero no es el caso. Por delante, 17 largos días en los que reflexionar y meditar.

La Liga Endesa, mientras la Copa se sigue jugando en Madrid, para ahora por un nuevo parón de las «Ventanas FIBA». El equipo malagueño sufre de nuevo una diáspora de jugadores internacionales que acuden a las llamadas de sus respectivas selecciones. Hay ocho jugadores citados y estarán fuera del 18 al 26 de febrero, para disputar dos nuevos encuentros de las «Ventanas FIBA».

Sasu Salin (Finlandia), Dragan Milosavjlevic (Serbia), Gio Shermadini (Georgia), Adam Waczynski (Polonia), Mathias Lessort (Francia), Kyle Wiltjer (Canadá) y Morgan Stilma (Holanda) se marchan ya este próximo lunes. Jaime Fernández no podrá acudir con la selección española debido a su lesión muscular en los isquios.

En Málaga se quedan únicamente seis jugadores, que trabajarán de forma individual. Brian Roberts, Dani Díez, Carlos Suárez y Viny Okou tienen ya sus sesiones planificadas, además de los lesionados Jaime Fernández y Alberto Díaz. A partir del día 25 ya está previsto que comiencen a llegar los internacionales para comenzar a preparar el encuentro del Baskonia, el día 3 en Vitoria (19.30 horas).

Y después, a Berlín para jugar contra el Alba, martes y viernes, los cuartos de la Eurocup. El Unicaja afronta, sin solución de continuidad, el segundo gran objetivo de la temporada. El primero, la Copa de Madrid, ha resultado un completo chasco. El equipo no compitió y no fue competitivo. Y está obligado a cambiar su mala imagen ante el Alba de Aíto García Reneses.

El cruce de cuartos es con desventaja de campo. El Unicaja se las verá con el Alba en Berlín el martes, y el viernes recibirá en el Martín Carpena a los alemanes. Dependiendo de lo que ocurra en el primer choque, el encuentro del viernes será decisivo. Para bien o para mal. Así que habrá que estar preparados. Física y mentalmente, porque el atracón de partidos tras el parón es de órdago. Cuatro en ocho días. De domingo a domingo: Baskonia en Vitoria, Alba en Berlín, Alba en Málaga y Delteco GBC en el Carpena. Y, si hay tercer partido de la Eurocup, sería el miércoles de la siguiente semana, de nuevo en Berlín.

Los jugadores estaban cariacontecidos por cómo se había desarrollado el partido. «Estamos muy tristes porque era una gran oportunidad para meternos en semifinales y no la hemos aprovechado» decía resignado Dani Díez. El finés Sasu Salin fue claro y explicó que el Unicaja no estuvo a la altura. «Jugamos con mala energía, mala defensa y el resultado es el que es. Nos faltó energía. Tenemos buen equipo, pero si jugamos así no podemos ganar. No sé qué nos ha pasado. No jugamos con el nivel que queríamos. Necesitamos pensar en lo que hemos hecho lo que sabemos. No estamos contentos, claro». También se lamentaba el capitán Carlos Suárez. «Nosotros veníamos a ganar la Copa como los ocho equipos. Sabíamos que era un rival complicado. No ha podio ser y nos vamos decepcionados. Estoy jodido por la derrota».

Las lecturas de todos coinciden. El Iberostar fue mejor y ganó de forma merecida. «Tenerife ha jugado mejor, ha planteado mejor el partido. Tratamos de cambiar la defensa a su pick and roll que nos hizo tanto daño hace un mes y ellos se han adaptado muy bien. Sus bases han jugado bien y nos han castigado mucho. Estamos todos decepcionados, perdimos ante un gran equipo como Tenerife», insistía Dani Díez.

El georgiano Gio Shermadini ponía el foco en al mala defensa malagueña. «Lo primero de todo es que no nos sentimos bien por haber perdido en la Copa del Rey. Sucedieron cosas increíbles en el partido. Ellos jugaron un buen baloncesto y nosotros no tuvimos una buena defensa, y esa fue la clave del partido, la defensa», explicó.

Dani Díez se sinceró: «No esperaba esto. Estamos tristes porque no hemos dado el nivel, no hemos sabido jugar el partido, con 10 abajo nos vinimos abajo. Carácter no nos falta, pusimos todo lo que teníamos. Ellos estuvieron muy intensos. Hay que intentar más y venir el año que viene con otra cara, hemos dejado pasar una buena oportunidad, hay que asumirlo y seguir trabajando», prosiguió el alero madrileño, que trató de buscar algo de luz en el futuro. «Hay que seguir, estamos tristes, pero hay que levantarse. Quedan los cuartos de final, la segunda vuelta de la Liga y los play off, y hay que seguir», zanjó Dani Díez.

Sasu Salin también fue muy claro: «No podemos perder más así. Nos quedan partidos de ACB y Eurocup, y ahora estamos mal, porque lo hicimos mal. Hemos tenido problemas en defensa, en energía, sin rebote. Sólo al final fuimos agresivos. Y a la gente sólo les puedo dar las gracias, no estuvimos bien», concluyó.