La fea eliminación copera del Unicaja. Un tiempo en el que el club cajista ha ido digiriendo la marcha del torneo a las primeras de cambio, sin competir y mostrando una imagen que no se corresponde a la de un equipo como el Unicaja. Al calor del mal rato provocado por el horrible partido cajista, los máximos responsables de la entidad se plantearon diversos escenarios que contemplaban todo tipo de actuaciones, incluida la de realizar alguna modificación en una plantilla que, desde el arranque del curso, está desequilibrada: demasiados jugadores parecidos por fuera y pocos por dentro.

El presidente de la entidad, Eduardo García, y su director deportivo, Carlos Jiménez, se pasaron cinco largos días en Madrid hablando con representantes y analizando la situación. No estuvieron solos en la capital de España, donde también acudieron para respaldar al equipo el vicepresidente, Juan José Navarro, junto a otros consejeros, como Óscar García Oltra y Emilio Mejía.

El enfado, como se explicó hace unos días en La Opinión, se focalizó en dos hombres: Adam Waczynski y Kyle Wiltjer. No ya por su mal duelo copero, ya que ellos no fueron los únicos causantes del desastre. Sino porque ha llegado el momento, tras la Copa y en pleno parón con 17 días sin partidos, de hacer balance y analizar situaciones grupales y también personales.

El polaco está lejos de su nivel y no acaba de encontrar su rol en los sistemas de Luis Casimiro. El canadiense, lejos de dar un paso al frente con la ausencia de Carlos Suárez, ha dado un paso atrás. Ha sido Dani Díez. «Blandito», sin defensa y con poco rebote, no acaba de convencer. También se analizan los motivos por los que los dos, en teoría, especialistas en el tiro exterior están por debajo en porcentajes de tiro de más de la mitad de la plantilla. A Wiltjer (38% de tres) y Waczynski (37,5%) le superan hasta cinco compañeros: Ryan Boatright (44,1%), Alberto Díaz (44%), Dani Díez (39,4%), Brian Roberts (39,1%) y Jaime Fernández (38,5%).

No había nada descartado entonces, porque la falta de un «cuatro y medio» es algo que esta plantilla lleva pagando desde que se formó en verano, y de forma muy evidente. Cuando se decidió que Viny Okouo. En su día se tanteó a James Augustine, pero su pasaporte extracomunitario lo paró.

Con Viny sin presencia ni minutos y con el canterano Morgan Stilma como mero jugador para ayudar en los entrenamientos, el juego interior está en claro déficit. Sólo cuatro jugadores más la polivalencia de Díez. Con esto parece claro que no da para competir por grandes objetivos. De ahí que se ha vuelto a pensar en darle una vuelta de tuerca al equipo. No se hará. Al menos por ahora.

Con el primer título de la temporada ya en saco roto, la decisión ha sido la de dar continuidad al actual equipo, como suele hacerse en el club en estas lides. Nada proclive a cortar contratos o negociar salidas anticipadas, el equipo no va a sufrir variaciones y se apuesta por dar continuidad a los que ya están en el plantel.

El plazo para inscribir a jugadores para la Eurocup está ya cerrado, motivo por el que también, se argumenta en la entidad, tampoco vale la pena traer a nadie por Jaime Fernández. Ha de ser cupo y esos jugadores escasean. El plazo para realizar traspasos entre equipos de la ACB expira el 28 de febrero, aunque habría que indemnizar y luego pagar al jugador. Y eso tiene un coste económico.

Además, claro, que Alberto Díaz está a un mes de volver tras su segunda lesión muscular consecutiva y que se crearía un overbooking exterior cuando Jaime volviera en siete semanas. Como el proyecto en LEB ya murió hace tiempo para el club, no hay chicos en el segundo equipo (ahora en EBA) preparados para ayudar de una forma inmediata.

Así las cosas, y sin refuerzos ni cambios a la vista, un futuro e hipotético nuevo jugador sólo podría ayudar en la Liga Endesa. Una ACB, no lo olvidemos, que sigue dando una «Licencia B» para la Euroliga, a expensas de carambolas con equipos españoles que puedan ganar la Eurocup. Y esa posición que ahora ocupa el Unicaja hay que protegerla con uñas y dientes. El equipo verde es cuarto y debe ser el mejor en la ACB al margen de los tres equipos de «Licencia A» (Real Madrid, Barça Lassa y Baskonia). El futuro pasa por la Euroliga sí o sí. Y tanto Unicaja Banco como Fundación Unicaja han demostrado que pueden subir su aportación si el equipo disputa la máxima competición.

Ahora es el club el que debe mostrar la máxima ambición y «ayudar» al equipo a crecer, mejorar y conseguir sus objetivos.