Es imposible defender menos y peor que lo que lo hace este Unicaja. No sé si es falta de actitud, si es falta de entrenar más, si es que es una plantilla desequilibrada o que simplemente ni saben ni quieren aprender. No lo sé. Pero es descorazonador ver que cada rival, se llame cómo se llame, en Liga, en Copa o en Eurocup, te mete noventa y tantos puntos (o más). Esta vez, el Baskonia hizo 112 y más de la mitad de ellos colgándose del aro o con tiros liberados desde el perímetro ante la inexistente defensa de los de Luis Casimiro.

Lo del Buesa Arena, a dos días de jugarte la vida en Europa, no tiene perdón. Ante un rival cansado, con tres titularísimos lesionados, que se vio 14 abajo en un inicio cajista para enmarcar (8-22) y más preocupado en ganar su próximo partido europeo de Euroliga que en esta «batalla menor», el Unicaja amagó en el primer cuarto (16-25) para luego ser un juguete roto al que su rival machacó sin piedad uno y otro ataque.

Y no me vale la excusa de que el Unicaja estaba más pendiente de la Eurocup que del Baskonia. Es verdad que el cuerpo del Unicaja estaba este domingo en Vitoria, pero el alma lleva varios días en Berlín esperando que lleguen las 19.30 horas del martes para iniciar la eliminatoria europea de cuartos de final ante el Alba alemán de Aíto García Reneses. Pero es que ir ahora a Alemania dando esta paupérrima imagen solo 48 horas antes de la «madre de todas las batallas en la Eurocup»...

Y eso que los primeros 10 minutos hicieron soñar con algo muy distinto. Porque el Unicaja fue una máquina de anotar y de rebotear ante un Baskonia que deambuló por la pista a verlas venir. Con la versión buena de Kyle Wiltjer en ataque, el Unicaja arrancó el partido 8-22. Los de Los Guindos impusieron su rebote, tuvieron un acierto descomunal desde la línea de tres (7 de 11 triples) y frenaron el juego de ataque de los vascos, que bastante hicieron con llegar al minuto 10 con un marcador en contra «razonable»: 16-25.

Pero ahí se acabó el Unicaja. El fuelle le duró solo una decena de minutos. Todas las cosas buenas del primer cuarto cayeron en el baúl de los recuerdos en los 30 siguientes. La sangría en defensa fue inaguantable. ¡¡33 puntos!! anotó el Baskonia en el segundo cuarto, lo que le permitió pasar de estar contra las cuerdas a dominar al descanso por 8 de diferencia, 51-43.

El tercer cuarto fue más de lo mismo. El Baskonia hizo otros 35 puntos y rompió el partido de forma definitiva. Casimiro se vio impotente en la banda tratando de buscar a alguien con una mínima actitud defensiva para frenar la debacle. Entre las continuas pérdidas de balón y el nulo balance defensivo, el Baskonia vivió colgado del aro cajista. Solo la relajación local permitió que en el minuto 30 hubiera todavía un hilo de esperanza al que agarrarse el «unicajismo», 86-77.

El último cuarto fue más de lo mismo. El Baskonia mandando y el Unicaja sufriendo. El resultado final no admite debate sobre lo vivido sobre el parqué del Buesa: 112-95.

La verdad es que el equipo sale muy tocado de Vitoria. Hay demasiadas dudas en torno a un proyecto que vive su peor momento de la temporada justo cuando más falta hace apretar los «machos» y tirar "pa lante". Lo de Jaime Fernández, por ejemplo, parece que no tiene solución. En el primer día sin el escolta madrileño, Casimiro buscó alternativas: jugó con dos bases al mismo tiempo, devolvió a Dani Díez al perímetro desués de dos meses largos jugando de «4», «bajó» a Waczynski a hacer labores de escolta... Quizás no es el mejor día para sacar conclusiones, pero el caso es que no salió nada bien. Está claro que va a ser imposible no echarle de menos. Sobre todo en duelos de «caché» como éste que había en Vitoria o los dos que vienen ahora con los germanos.

En fin. Hay que pasar página. No queda otra. La derrota no aparta al Unicaja de la lucha por la cuarta plaza. Y ésa es la única buena noticia que deja este fin de semana. Es verdad que el tercer puesto del Baskonia ya se queda a tiro de dos, más el average. O sea, imposible. Pero la «guerra» del Unicaja es acabar cuarto para tener ventaja de pista en el play off por el título de cuartos de final. Y ese objetivo, sí sigue a tiro... con una jornada menos para el final de esta Fase Regular.

Ahora solo queda olvidar Vitoria y poner los cinco sentidos en Berlín. Allí espera un duelo europeo en el que no se puede fallar. Defendiendo como en Vitoria, será imposible pasar en la Eurocup. Hay que aprender la lección: Meter es importante, pero defender es imprescindible.