La cita es mañana, viernes 8 de marzo, a las 20:45 horas, en el Palacio de los Deportes Martín Carpena. Frente a frente, el Unicaja y el Alba de Berlín, en la segunda entrega de un play off de cuartos de final de la Eurocup al mejor de tres partidos, que llega con 1-0 a favor de los de Luis Casimiro. O sea, que un hipotético nuevo triunfo mañana de los verdes pondría el punto final a la serie: el Unicaja, a semifinales, y el Alba de Berlín, «pa» su casa.

Después de la remontada «imposible» en Berlín del martes, el equipo sabe que no puede fallar en un partido para el que se espera el ambiente de las grandes ocasiones. El ritmo de venta de entradas tuvo ayer un considerable acelerón fruto del subidón experimentado por los aficionados tras lo vivido en el Max Schmeling Halle de la capital germana. A la misma hora que Mathias Lessort se colgaba el martes por la noche del aro del Alba para decidir la suerte del primer partido de la eliminatoria, quedaban todavía casi mil entradas por vender en la web del club. Se podían comprar, además, de cualquier zona del Palacio. Desde las más caras de Tribuna (52 euros) a las más económicas de Tribuna Superior Lateral (10 euros).

Anoche, sin embargo, 24 horas después del triunfo en Alemania, ya solo había 538 localidades por venderse. Y ninguna del anillo superior. Quedan huecos en Tribuna, Esquinas, Canasta Lateral y Canasta Central. Lo demás ya está agotado. Si tenemos en cuenta que quedan todavía jueves y viernes por delante (hasta las 20:45 horas) no es difícil pensar en que el Carpena estará mañana lleno o casi lleno para ver el partido en directo.

Para la afición cajista, lo que se viene este viernes no es nada nuevo en esta competición fetiche para los verdes. Y es que el Unicaja juega la Eurocup por segunda vez en su historia después de la inolvidable experiencia de hace dos temporadas, que acabó con Carlos Suárez levantando el título en el centro del parqué de La Fonteta del Valencia Basket.

Buenos precedentes

Hace ahora dos temporadas, la situación del Unicaja camino de la finalísima continental fue idéntica a la que se le presenta este curso, teniendo que jugar todas las eliminatorias con desventaja de campo. Quizás por esa situación límite que vivió el equipo, el Carpena se conjuró de una manera especial convirtiendo en un fortín el Palacio, en el que el Unicaja ganó sus tres partidos del play off.

La afición verde no le falló al equipo y el Carpena vistió sus mejores galas ante el Bayern de Múnich, en cuartos de final, ante el Lokomotiv Kuban ruso, en semifinales, y frente al Valencia Basket, en la finalísima. Contra los alemanes hubo 8.464 espectadores en las gradas y frente al «Loko» y el Valencia logró dos llenos con 10.361 y 10.367 espectadores, respectivamente. Algo que ni en los últimos años de la Euroliga han logrado los «grandes» del continente.

Ni que decir tiene que los tres partidos acabaron con tres triunfos de un Unicaja crecido, que cuando tiene el rugido de su gente en el Carpena es casi imbatible. El Real Madrid, el Barcelona, el Olympiacos, el Fenerbahce, el Maccabi o el CSKA, por poner algunos ejemplos, pueden dar buena fe de ello.

Tras el éxtasis de Alemania de este pasado martes, el Martín Carpena tiene ahora la palabra. La fiesta parece garantizada. Aparte, para premiar la asistencia de los abonados, se sortearán entre todos los asistentes la cesión durante un fin de semana de un vehículo Volkswagen T-Roc por cortesía de Málaga Wagen, así como una camiseta firmada por el jugador favorito del ganador y 10 experiencias en el Carpena que incluyen un «meet&greet» con un jugador del Unicaja en otro partido.

Todo parece ahora de cara. Lo difícil era darle la vuelta al factor campo y eso es lo que hizo el Unicaja después de su inolvidable segundo tiempo de antes de ayer en el Max Schmeling Halle berlinés. Ganar mañana es sinónimo de colarse en la semifinal de la Eurocup por segunda vez en la historia. Por delante, 40 minutos, con el Martín Carpena detrás apoyando para buscar el objetivo. La cuenta atrás para las 20:45 horas del viernes 8 está en marcha. Tic tac tic tac tic tac...