La sombra del tercer y definitivo encuentro de los cuartos de final de la Eurocup ante el Alba de Berlín del miércoles es muy alargada. Tanta, como la sensación del ridículo colectivo que vivió el Unicaja este viernes en el Martín Carpena, preparado para celebrar un gran éxito y que tuvo que vivir in situ el desplome del equipo malagueño frente a la joven orquesta de Aíto García Reneses. La cita de Berlín del próximo miércoles asoma por el horizonte y es inevitable que un evento de semejante calibre, donde está en juego la temporada europea, centre casi toda la atención en el Unicaja y en su entorno.

El pesimismo inunda este fin de semana al Unicaja y a la «marea verde». No puede ser de otra forma. Es imposible borrar de la mente la sensación de impotencia que experimentó el viernes el equipo malagueño. En su pista y ante sus aficionados, en una gran jornada que debía ser festiva para coronar al Unicaja a las semifinales de la Eurocup, la alegría se convirtió en preocupación y mosqueo. Una caricatura de equipo que, de nuevo, se olvidó de lo más importante que hay en baloncesto: defender. Sin actitud defensiva todo se hace más difícil. Por muchos puntos que anotes (menos sin Jaime Fernández) y por muchos triples que tires (31 lanzó el Unicaja con sólo 9 aciertos 29%), si no eres capaz de defender tu aro estás condenado al fracaso más absoluto.

El Unicaja encajó 101 puntos en el Carpena, algo que jamás había sucedido en Málaga en una competición europea. Si el equipo debía sentirse orgulloso por la gesta de Berlín del martes ayer debió sentir mucha vergüenza por lo que mostró sobre la pista ante el Alba. El miércoles hay en juego mucho más que un pase a semifinales. Está en juego la credibilidad de este proyecto. Desde los que lo han creado en las altas esferas del club hasta los que se encargan de ejecutarlo en el banquillo y la pista.

Y en pleno temporal, hoy vuelve la Liga Endesa al Palacio de los Deportes. El Unicaja no juega en casa en ACB desde aquella canasta sobre la bocina de Wiltjer para ganar al Manresa, el día 9 de febrero. O sea, que justo hace un mes y un día. Entre tanto, Copa del Rey, «Ventanas FIBA» y Eurocup. Y con estos pelos desaliñados recibe hoy el Unicaja, a las 17.00 horas, al Delteco de San Sebastián de Sergio Valdeolmillos, el colista de la Liga Endesa. Un rival que está jugando mejor en las últimas semanas y que exigirá a los verdes una buena imagen para sumar un triunfo liguero que le permita seguir en la zona alta de la clasificación, en el entorno de los cuatro primeros puestos. La derrota dejaría muy tocado al equipo y, especialmente, su relación con el Carpena. Por eso, hoy sólo vale ganar.