El Unicaja sigue desangrándose. El último mes de competición solo le ha dado disgustos al equipo y a su afición. Después de lo del Tenerife en la Copa y lo del Alba en Europa, esta vez fue el Herbalife Gran Canaria el que hurgó en una herida que está abierta y que no hay manera de cerrar. Queda mucha Liga Endesa, pero el objetivo del cuarto puesto, con derrotas como la de Las Palmas, se complica cada día un poco más. Y como el equipo no llegue al play off por el título con ventaja de campo...

Sin Copa del Rey y sin Eurocup, el día 1 del resto de la temporada fue más de lo mismo. El Unicaja se vio casi siempre por detrás en el marcador, siendo manifiestamente inferior a su rival, perdiendo demasiados balones, sufriendo atrás y sin dar sensación de poder jugar 4 ó 5 minutos seguidos con la intensidad necesaria como para discutir la victoria a un rival que dominó el marcador y el tempo del partido a su antojo.

Este Unicaja ni engancha ni enamora. Se le ven las costuras por todas partes. En defensa son muy obvias y en ataque el problema es que parece que hay demasiados jugadores con un mismo perfil, muy pocas ideas y ninguna continuidad. Complicado así. La verdad.

Los focos apuntaban esta vez de forma descarada hacia Boatright (que no había sido de los peores en Berlín), a Waczynski y, sobre todo, a Kyle Wiltjer, con el que el cupo de la paciencia parece agotado. El base americano acabó lesionado en la última jugada de la primera parte y ya no volvió a salir. Antes de eso, nada de nada.

El alero polaco se llevó el miércoles en Alemania un «banquillazo» muy serio. En Las Palmas, salió de refresco en el primer cuarto, no estuvo súper, pero al menos se le vio con algo más de actividad. Insuficiente, eso sí, para lo que se necesita de él.

Y el canadiense... ¡ay! el canadiense. Empezó inconmensurable, algo que no es la primera vez que hace. Metió tres triples sin despeinarse y pareció otro. Sus números en el Gran Canaria Arena fueron muy buenos, 17 puntos y 18 de valoración, en 20 minutos. Pero sin ninguna regularidad, ninguna constancia y con su habitual sufrimiento detrás, permitiendo demasiado a sus rivales, aunque uno de ellos fuera barbilampiño, desconocido y de apellido impronunciable.

El equipo está hecho unos zorros, en una crisis de identidad seria y solo los dos fichajes que están en camino, Alberto Díaz y Jaime Fernández, generan algo de esperanza a que la dinámica cambie pensando en lo que está por venir en este esprint final de la temporada y el siguiente play off por el título.

El partido arrancó de forma prometedora. Como si fuera un espejismo, Wiltjer se puso el traje ese de triplista compulsivo que a veces se coloca (sobre todo al inicio de los partidos, a la hora de la verdad ya es otra cosa muy distinta) y el Unicaja dominó 5-11 a un Herbalife Gran Canaria a verlas venir.

Pero la alegría duró poco. El Herbalife tomó la delantera en el sprint final del primer cuarto y ya no la soltó. Especialmente calamitoso fue el arranque de los verdes en el segundo cuarto. Un 12-3 disparó a los locales, con Eriksson imparable desde el perímetro y el Unicaja perdiendo balones sin ton ni son.

El +13 del descanso, 49-36, fue la máxima renta en contra de un Unicaja que se fue al vestuario con la mala noticia, además, de la lesión de Ryan Boatright justo en la última jugada de la primera parte. Otra vez casi 50 puntos en 20 minutos, una sangría atrás que no tiene fin sea el que sea el que está al otro lado del parqué.

El Unicaja estuvo mucho mejor en el tercer cuarto, sobre todo los primeros 7-8 minutos. A base de corazón, el equipo llegó a ponerse a 3, 60-57, tras un 11-21 de parcial que frenó en seco Pedro Martínez con un tiempo que devolvió el marcador a su marcha habitual al llegar al minuto 30': 69-59.

Dos triples consecutivos de Marcus Eriksson, poco antes del ecuador del último cuarto, acabaron con las dudas. El Herbalife se disparó otra vez, 75-62 y ahora ya con menos de 6 minutos, el -13 para los verdes pareció la sentencia. Es verdad que todavía un par de arreones para intentar lo imposible, pero el partido murió al ritmo del "pío pío" que la grada canaria siempre canta en las grandes ocasiones.

La semana se va a hacer larga. El martes y el viernes habrá que ver por la tele las "semis" de la Eurocup deseando que pierdan el Valencia y el Morabanc Andorra. ¿Malos patriotas? ¿Españoles sin corazón?... No, simplemente que Jordi Bertomeu dice que si un equipo español gana la Eurocup no hay plaza para la próxima Euroliga a través de la Liga Endesa. Y claro, todos los cajistas, ahora, del Alba y del Unics Kazan desde "chequetitos". No nos queda otra. La próxima cita, el domingo a las 17 horas, contra el Monbus Obradoiro de Pepe Pozas. A ver si para la sangría.

Ficha técnica:

85 - Herbalife Gran Canaria (22+27+20+16): Hannah (12), Strawberry (15), Vene (0), Wiley (8) y Balcerowski (9) -quinteto inicial-, Eriksson (26), Balvin (4), Paulí (2), Rabaseda (0), Tillie (5) y Oliver (4).

76 - Unicaja Málaga (19+17+23+17): Boatright (0), Milosavijevic (8), Díez (0), Wiltjer (17) y Lessort (8) -quinteto inicial-, Salin (12), Shermadini (10), Waczynski (8), Roberts (9) y Suárez (4).

Árbitros: Fernando Calatrava, Luis Miguel Castillo y Jacobo Rial.

Incidencias: Partido de la 23ª jornada de Liga Endesa disputado en el Gran Canaria Arena ante 5.794 espectadores, entre ellos un reducido grupo de aficionados de Unicaja.