El Unicaja 2018/19 no tiene defensa. El equipo malagueño, en 27 años de existencia desde la fusión de Caja de Ronda con Maristas, jamás había defendido tan mal. Lo dicen los números. El Unicaja ha encajado en los 23 primeros partidos de la Liga Endesa la friolera de 1.941 puntos, a un promedio de 84,3 puntos por encuentro. Jamás había firmado estos horribles números. Nunca en los 23 primeros partidos del equipo en la ACB se habían encajado 84,3 puntos por choque.

Los números indican que este Unicaja es el peor de todos en los últimos 27 años, desde la fusión en la campaña 1992/93. Ningún Unicaja había llegado a los primeros 23 encuentros ligueros encajando 84,3 puntos. Son casi 10 puntos más por encuentro que el pasado curso, por poner un ejemplo. Una vía de agua insalvable que ha hecho que el cuadro verde haya descarrilado y tirado por la borda sus objetivos en Copa y Eurocup. Ha sido imposible competir defendiendo tan mal, permitiendo al rival ver el aro como una piscina.

Han pasado ya casi tres décadas con el equipo jugando al máximo nivel. Y los números dan fe de que, con distintos tipos de baloncesto, en otras épocas, y en comparación con el actual baloncesto, este Unicaja tiene los peores números de siempre. Un tremendo problema para los malagueños, que pudieron solventar en los primeros meses con un baloncesto muy atractivo y jugando a muchos puntos, pero que le ha condenado a encajar derrotas con el paso del tiempo. El equipo ha perdido confianza en ataque, ha ido cayendo su eficacia desde la línea de tres puntos y, con las lesiones de jugadores importantes, se ha terminado de «caer». De sus siete últimos encuentros, el Unicaja sólo ha sido capaz de ganar dos y ha cedido cinco.

El Unicaja ha ido cambiando a lo largo de los años. Ha dependido de cómo se han construido los equipos y quién ha sido su «arquitecto». El equipo consiguió su mejor nivel defensivo en 23 partidos ACB en el curso 1990/00, cuando aterrizó en el club un grande como Bozidar Maljkovic. El serbio había demostrado que podía dominar el baloncesto con talento en su etapa de la Jugoplastika y que también era capaz de hacer un básket lento, apurando las posesiones de 30 segundos, como hizo luego en el Limoges. En su primer curso en Málaga ya sentó las bases de su idea, recibiendo sólo 1.593 puntos, con un promedio de 69,2 puntos. Una verdadera pasada este dato. En sus siguientes años bajó este nivelón.

Hay que llegar al curso 2006/07 para ver a un Unicaja con ese nivelazo atrás. El equipo de Sergio Scariolo tomó velocidad de crucero y cerró su aro: 1.627 puntos y una media de tan sólo 70,7 puntos.

El mejor curso con Joan Plaza fue el 2013/14, también en su primer año en Málaga. Con el catalán, el Unicaja sólo encajó en 23 encuentros ACB 1.683 puntos, una media en contra de 73,1. Su peor año fue en 2016/17, con 1.792 puntos y 77,9. Y es que los mejores Unicaja de ACB no han sido los que mejor han defendido.

En el curso del subcampeonato 1994/95 con Javier Imbroda, el Unicaja encajó 1.804 puntos. Y con esa misma cifra, curiosísimamente, era el líder de la ACB en la jornada 23 un año después (95/96), con un balance de 19-4. En el otro curso del subcampeonato liguero de 2001/02, de nuevo con Maljkovic, el Unicaja recibió 1.676 tantos (72,8). En el del título en 2007/08 recibió 1.730 (75,2).

Y es que no está reñido con tener una defensa menos poderosa con el hecho de competir bien, siendo solvente en ataque. Lo que está prohibido para ser fiable y competitivo es tener una defensa tan horrible como la de este año.