En 1649 se instauró la primera Facultad de Derecho en la ya por entonces centenaria Universidad de Santiago de Compostela. Ciudad Patrimonio de la Humanidad, punto de llegada del Camino de Santiago y cuna de la sabiduría, muchas personas arribaban a la capital gallega con el objetivo de completar su formación superior. Miguel Juane, joven jugador nacido en Vigo pero coruñés de adopción y corazón, se incorporó al club local (Feiraco) en la década de los 80 para así poder compaginar con éxito el baloncesto de alto nivel con sus estudios universitarios, aunque sus mayores logros los consiguió fuera de las canchas como jurista especializado en Derecho deportivo.

Juane, aplicado alumno, despuntaba como prototipo de alero alto moderno. Con sus 2,00 metros y tras un par de temporadas positivas en Santiago, fichó por un combativo Clesa Ferrol que hacía vibrar a su afición en La Malata bajo el liderazgo del explosivo pívot centroafricano Anicet Lavodrama, recientemente propuesto como candidato a la alcaldía de la ciudad atlántica.

Dos cursos después, Miguel Juane ocuparía las portadas de la prensa deportiva como el primer deportista español que decidía romper unilateralmente su contrato tras acogerse al famoso Real Decreto 1006/85. Esta disposición permitía al profesional tener la opción de elegir su futuro una vez abonada la por entonces novedosa «cláusula de rescisión». En un movimiento rodeado de polémica y con la férrea oposición de Juan Fernández, eterno presidente del OAR Ferrol, Juane hizo efectivo el pago de un millón de pesetas recogido en su cláusula y así poner rumbo al ambicioso proyecto que estaba construyendo el Fórum Valladolid. Internacional en tres ocasiones con la selección española, cerró su etapa como jugador ACB en las filas del Baskonia antes de colgar las botas en su Galicia natal para ejercer su profesión como abogado.

Fue en el año 2000 cuando Miguel Juane volvió a la primera plana de los medios a raíz de una sentencia histórica en el deporte nacional. Un juez de la Audiencia Nacional decretó la destitución de Jesús Gil como presidente del Atlético de Madrid y de todo el consejo de administración del club, siendo designado Juane como representante del administrador judicial del club colchonero. Su paso por el mundo del fútbol fue breve y convulso, rodeado de amenazas, insultos e intentos de agresión por parte de los colectivos ultra del equipo madrileño en cada ocasión que participaba en un evento relacionado con el equipo.

En el verano de 2009 un veredicto judicial llevó de vuelta a Miguel Juane a Santiago convertido en director general del Obradoiro. Casi 20 años después, la Justicia devolvía al club santiagués el ascenso a la ACB que no pudo conseguir frente al CB Murcia. El caso «Esteban Pérez», jugador argentino del conjunto murciano que fue decisivo en esa eliminatoria usando un DNI falsificado, tuvo una resolución feliz para el conjunto gallego al regresar a la máxima competición por imperativo legal. Juane asumió las riendas de un equipo de profesionales que tuvo que construir una plantilla de nivel en muy pocas semanas. Tras una primera vuelta primorosa que superó todas las expectativas, la temporada se cerró abruptamente con el triste descenso a la Liga LEB. Pese a ello, el Multiusos Fontes do Sar se llenó de una afición deseosa de convertirse en la catedral del baloncesto gallego.

Por otra parte, los tribunales permitieron que Juane ganara un pleito contra Unicaja en su rol de abogado de Trevor Mbakwe. La abrupta salida de Mbakwe por un problema en sus rodillas, pese a superar el reconocimiento médico previo a la firma del contrato, provocó que presentara una demanda al club de los Guindos por despido improcedente. El tira y afloja que tuvo lugar en el Juzgado de lo social se resolvió favorablemente del lado de Miguel Juane al conseguir el pago de más de 200.000 euros que el Unicaja tuvo que ingresar en la cuenta de un pívot americano con un efímero paso por Málaga.

Su última aspiración profesional relacionada con el baloncesto también estuvo condicionada por un nuevo mandato judicial. Miguel Juane, Javier Imbroda y Juan Francisco García (presidente del Estudiantes entre 2008 y 2014) eran los candidatos a ocupar la presidencia de la ACB. En la mañana del 22 de mayo de 2018, día en el que estaba convocado la asamblea para elegir al nuevo presidente, la Guardia Civil detuvo a Juan Francisco García por su implicación en los casos de corrupción en los que participó el ministro Eduardo Zaplana de quien fue jefe de su Gabinete. Sus vivencias con la pelota naranja le han permitido a Miguel Juane disponer de una visión de juego privilegiada para dar respuesta a los retos que ha tenido que afrontar tanto con la equipación como con la toga.

La peque columna

¿Sabías que el «Miudiño» (himno no oficial del Obradoiro) ya se cantaba en la Edad Media?

@OrientaGaona