Lucas Muñoz, el canterano del Unicaja que debutó con 18 años el pasado domingo ante el Obradoiro, ha explicado este martes que ha "cumplido un sueño" tras jugar con el primer equipo pero que tiene "los pies en el suelo" y que es consciente de la dificultad de dar el salto. El Unicaja ha distribuido un vídeo en el que Lucas repasa sus cinco años en Málaga, desde que llegó desde su Córdoba natal en infantiles, hasta el gran debut con la camiseta verde.

"El club me ha aportado muchos valores. Es un sueño estar aquí. Cuando jugaba contra el Unicaja en mi equipo me decía que ojalá alguna vez pudiera estar yo ahí, y llegué, estoy en el Unicaja, desde infantil hasta júnior, y estos cinco años han sido de los mejores de mi vida", relata el jugador del Unicaja, que está en Málaga desde edad infantil. "Desde el primer día he estudiado todos los días, a veces me acuesto tarde y tengo menos tiempo que los compañeros de clase para estudiar, y es un sacrificio bonito", dice.

En la entrevista aparecen también responsables del club en varias facetas y que han vivido el día a día de Lucas. Uno de ellos es Ramón García, que le reclutó en su día. El director de cantera del club destaca su "liderazgo". "Es un chico con una ilusión tremenda, le gusta el liderazgo y sobre todo es muy inteligente".

En el vídeo también aparece un hombre clave en su día a día, como es Manolo Bazán, su entrenador en los primeros años y también una especie de padre aquí en Málaga. Manolo es el responsable de, cuando tuvo que hacerlo, llevarlo al colegio, hablar con los profesores, con la residencia... Un verdadero padre, ya que Lucas es cordobés.

También lo ha visto de cerca Paco Aurioles, exdirector técnico de la cantera y ahora en el cuerpo técnico del primero equipo. "Para todos los entrenadores de cantera es un orgullo. Hace dos días era un infantil en la Minicopa y verle debutar en la ACB, en un mundo tan complejo, y más para jugadores pequeños como Lucas, de 1,80 metros".

Lucas explicó cómo vivió esta temporada tan especial, desde que en pretemporada comenzó a trabajar con el primer equipo. "Estaba en casa y salió en prensa que los jugadores iban con sus selecciones y había lo opción de jugar. Venir a entrenar y ver a jugadores de NBA fue ya algo increíble". Sobre la última semana, también fue emocionante, como relata. "El domingo por la tarde estaba estudiando y me llamó mi entrenador para decireme que iba a venir a entrenar con el equipo y vi que había una pequeña posibilidad de jugar. Cuando Luis me dijo si estaba preparado para el domingo le dije que sí, que estaba preparado", confiesa.

Todo fue algo inolvidable para él, desde que el domingo llegó al Carpena en la previa del encuentro. "Es una sensación estar aquí, diferente a la grada. Cuando llegas, te pones en la pista, estaba muy nervioso. Cuando salí a pista me relajé esos 50 segundos. Estaba sentado en el banquillo y un ayudante me dijo que estuviera preparado. Y Luis me dijo: "Lucas". Y salí. A Pepe Pozas lo conocí en un campus de Córdoba y al salir me dijo: ¿Qué tal cordobés?".

El sueño sigue ahora, aunque él tiene "los pies en el suelo". Como ejemplo, el lunes, tras el subidón del debut, tuvo que hacer un examen en el instituto. "El día después del debut tuve un examen a primera hora pero tengo los pies en el suelo sé que tengo que seguir trabajando con el júnior. Mis padres estaban en la grada y al acabar el partido vi a mis padres y a mi hermano llorando. Fue muy bonito".