Una colosal exhibición en el arranque de temporada del Unicaja le había convertido en el equipo más envidiado de la Liga Endesa y de la Eurocup. El Unicaja jugaba bonito y fácil, anotaba con brillantez, devolvía golpes y canastas, y entusiasmaba y divertía a partes iguales. Había aspectos que trabajar y mejorar, por supuesto. Pero ese Unicaja de octubre y noviembre se había metido a todos en el bolsillo, firmando el arranque de temporada más glorioso de su historia: 15 triunfos y tres derrotas. Esos 18 encuentros habían colocado al equipo malagueño en la zona alta de la ACB y en su grupo de la Fase Regular de la Eurocup. Todo marchaba sobre ruedas con el nuevo proyecto de Luis Casimiro Palomo, hasta que llegó el parón por los partidos de las «Ventanas FIBA» de las selecciones y hubo que visitar, tras los encuentros internacionales, al Divina Seguros Joventut en el Olímpico.

El Unicaja brillante dio paso a un Unicaja descuidado. El equipo agudizó sus problemas, tanto en defensa como en rebote, y dejó atrás sus magníficas sensaciones. En un partido malo de los cajistas, el Joventut ganó por 93-86. Tras el encuentro, el propio Casimiro llevó a hablar de que había visto problemas del pasado e incluso dijo que, por momentos, vio al Unicaja de la pretemporada. «La sensación era que estábamos de pretemporada, cometiendo los mismos errores, sobre todo a nivel defensivo», comentó el técnico.

Lo cierto es que desde ese parón por selecciones y ese encuentro en Badalona, el Unicaja sólo ha ido a peor. Hay poco rastro del equipo que hacía tantas cosas bien y ganaba partidos, uno tras otro, arrasando a todos. La igualdad en la ACB le ha dado para mantener la posición que tenía en aquel entonces. Aquel 8 de diciembre de 2018, el Unicaja era cuarto en la Liga Endesa, la misma posición que ocupa hoy en día. La Copa del Rey vio al peor Unicaja y después pasó lo que pasó ante el Alba de Berlín en los cuartos de final de la Eurocup.

El Unicaja, desde aquella racha maravillosa, en la que ganó 15 de los 18 encuentros disputados, ha jugado hasta la fecha otros 27 encuentros más, en los que ha ganado 12 y ha perdido 15. Es decir, desde que pasó por Badalona se acabó lo bueno y ha perdido más partidos de los que ha ganado. Los números reflejan el tremendo bajón vivido desde diciembre.

El Unicaja logró en el primer tramo del curso un histórico 83,3% de triunfos mientras que en esta tanda de 27 encuentros de diciembre a abril ha firmado un 44,4% de victorias. Casi la mitad en porcentaje de éxitos.

El Unicaja sigue ahora buscándose a sí mismo y tratando de recuperar las sensaciones perdidas. Para el encuentro ante el Joventut recupera a toda su plantilla, con la duda de Adam Waczynski. Alberto Díaz ya jugó en Zaragoza y Jaime Fernández se recupera para volver tras casi dos meses de lesión. Toca revertir la situación. Restan aún dos meses y nueve partidos para llegar a los play off por el título. Un tiempo en el que el Unicaja debe reaccionar para enjugar estos malos números y transformar el pesimismo actual en alegría. Como ya sucedió antes.