El Unicaja conquistó el cetro del Campeonato de Andalucía Júnior al derrotar sobre la bocina al Real Betis Energía Plus (66-65). El equipo malagueño tiene el título andaluz en sus vitrinas, tras un partido repleto de errores y miedo hasta el descanso (20-20), desmelenado después y que se definió en el tramo final, donde los errores de la edad permitieron al equipo bético meterse en un partido del que estuvo fuera en varias fases. Pero el conjunto sevillano aprovechó una final muy discreta de los jóvenes de Germán Gabriel.

El Unicaja ganó con muchas complicaciones y sin aprovechar la tremenda superioridad física que tiene sobre los béticos. En cada ataque tuvo dos y hasta tres oportunidades, gracias al rebote ofensivo. Las estadísticas hablan de 51-29 para el Unicaja. Fueron bastante más rebotes para los verdes, que sin embargo sufrieron y no supieron dominar a placer dada su tremenda superioridad de centímetros bajos los aros.

Deberá mejorar mucho más el Unicaja si quiere tener alguna opción, al menos de subirse al podio, en el Campeonato de España. En una semana importante para elevar su nivel de juego, el Unicaja, con sistemas sencillos y un juego directo, no aprovechó una buena oportunidad para seguir creciendo, al menos como para pensar en cotas mayores en el Nacional de Zaragoza.

Pero hoy es día de celebrar, más que de analizar o reprochar, porque ganar un título siempre es bonito y motivante. Tuvo que remar el equipo malagueño hasta un descanso en el que siempre fue por detrás, y que acabó empatando (20-20). Dos actores secundarios del equipo fueron los que le dieron vitalidad. La frescura en la dirección de José García y el poderío de Jeffry Godspower, un alero sin rivales cerca del aro en la categoría, mantuvieron al equipo. Y después por fin fluyó el baloncesto. En menos de seis minutos el Unicaja dobló su anotación. Con 40 puntos ya se vivía de otra forma. El último debutante en la ACB, Lucas Muñoz, y de nuevo José García, le dieron al Unicaja un aire nuevo. La diferencia creció y el Unicaja ya se vio ganador, con buenos minutos de Isma Tamba, las dos únicas apariciones de Scariolo en el torneo y, para desesperación de los «antiguos», viendo a Matheus Maciel lanzando más de tres que de dos puntos.

Pero el básket es caprichoso. El Unicaja, inesperadamente, se diluyó. El Betis, a golpe de triple de Pablo Marín, redujo la diferencia. Dos pérdidas de Lucas Muñoz y Scariolo pusieron al cuadro bético por delante (63-64, a 28 segundos del final). Los dos protagonistas negativos lo fueron ahora, de forma positiva. Porque Scariolo dividió y encontró fuera a Lucas, que lanzó de tres para anotar: 66-64. Al Betis le quedó una posesión, pero falló el tiro. La pareja arbitral señaló una falta inexistente a Stefan Vlahovic, ya con el reloj a cero. Falló el primero y, tras los lógicos piques entre unos y otros y tras la tensión vivida, anotó el segundo: 66-65. El Unicaja lo festejó, cortó las redes del aro y el capitán Lucas recogió el título a manos del presidente de la Diputación, Francis Salado, que asistió también como alcalde de Rincón de la Victoria, donde se celebró el torneo desde el pasado martes.

A la final también asistieron los entrenadores del Unicaja, Luis Casimiro Palomo, y Real Betis, Curro Segura, respectivamente, así como el vicepresidente y delegado provincial de la FAB en Málaga, Ricardo Bandrés, que estuvo acompañado por el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Rincón la Victoria, Sergio Díaz; de la presidenta del CB Novaschool, Susana Aragonés; y del delegado provincial de la FAB en Granada, Germán Morales.