El Unicaja juega esta noche en La Fuente de San Luis algo más que un partido. Llegados a este punto de la temporada, el Unicaja tiene sólo dos caminos: ilusionarse con acabar cuarto o caer en la depresión más absoluta de no tener ya objetivos a la vista hasta el play off. El Unicaja, ganando hoy al Valencia Básket, aún podrá «vender» con ilusión y optimismo durante un mes y pico lo extraordinario que será la lucha por finalizar por detrás de los equipos de Euroliga y llegar así en el mejor puesto posible el ataque al play off, donde tendría ventaja de pista en cuartos de final. De lo contrario, si el equipo malagueño pierde esta noche, estará abocado a la depresión más absoluta en la parte final de la Fase Regular, sin opciones reales ya ni por ser cuarto de la Fase Regular, un camino durísimo y nada aconsejable.

Con la decepción por la pronta eliminación en la Copa del Rey; el fracaso absoluto firmado en la Eurocup, perdida en cuartos de final ante el Alba Berlín; y la interminable puñalada anticipada que ha supuesto quedarte sin plaza para disputar la próxima Euroliga, al Unicaja no le queda otra que ganar sí o sí hoy en Valencia. Porque, de lo contrario, sin un objetivo mínimo y real que echarse a la boca, esto va a ser un sinvivir en el que el propio «fuego amigo» puede causar estragos.

Es lo que hay. Y sería bueno que la plantilla se dé cuenta de que la extraordinaria primavera malagueña, con una climatología maravillosa, chulas stories preveraniegas en Instagram y todo lo que le rodea, pueden convertirse en fuertes turbulencias, con pitos en el Carpena cada vez que el equipo juegue en casa, contratos rotos, renovaciones suspendidas y sueños destruidos. Ellos son los únicos ahora que pueden sacar adelante este embolado. Son los que tienen que defender más y mejor; coger los rebotes en defensa que los rivales roban con tanta facilidad; y poner más empeño, más tesón, más ganas, más ímpetu, más pasión y más de lo que hay que poner para salvar la situación. Perdidos ya todos los objetivos del curso excepto una Liga ACB sin premio para jugar la Euroliga, a alguno ya sólo le queda la honra.

Ya se hablará, cuando toque, de técnicos, entrenadores, fichadores, responsables técnicos y deportivos y también del club. Todo a su debido tiempo. Porque ahora lo único importante es ganar esta noche en Valencia, algo que el Unicaja no hace en la Liga ACB desde la ya lejana temporada 2013/14.

El Unicaja tendrá que hacerlo sin la participación del capitán Carlos Suárez, que al menos sí viajó anoche con el equipo hasta Valencia para seguir metido en la dinámica del grupo. Al madrileño se le exprimió más de la cuenta en Lugo el domingo y volvió a romperse. Venía de sufrir una microrrotura en el bíceps femoral de la pierna derecha que le tuvo casi una semana parado. Y con varios días de trabajo y ya integrado al equipo, el «capi» viajó a tierras gallegas, donde se exprimió y volvió a romperse, esta vez con un problema en el isquiotibial, también de su pierna diestra, que le mantendrá de baja de dos a tres semanas. Morgan Stilma será esta noche el que ocupe su plaza entre los 12 convocados en La Fonteta.

Una ausencia muy complicada que obligará a Dani Díez a volver a jugar de «cuatro», algo que ya hizo con buena nota durante la lesión en el gemelo de Suárez. El problema es que ante la tremenda debilidad de Kyle Wiltjer, y la poca costumbre de Díez, mirar a Will Thomas, MVP de la final de la Eurocup, y no sentir pánico se antoja complicado. Tiene Casimiro la opción de contar con Lessort de «cuatro», algo que también hizo ya. Veremos qué ofrece su pizarra.

El partido arranca a las 20.30 horas, con los valencianos aún en fastos por la Eurocup, y con un triunfo más que el Unicaja en la clasificación de la ACB. Es hora de espabilar. No queda otra.