El 24 de abril de 2019 ya es una de las fechas negras de la historia reciente del Unicaja. Pocos podían imaginar antes de jugar en La Fuente de San Luis que el equipo malagueño iba a recibir una de las derrotas más abultadas en toda su historia en la ACB, y que el equipo iba a hacer uno de esos ridículos que marcan época.

El equipo malagueño no dio la talla desde el salto inicial. Fue una vergonzosa actuación, sin el más mínimo amor propio, que acabó manchando el mismo escudo de la entidad. La derrota fue por 39 puntos (96-57) y se llegó a ir perdiendo hasta por 44. Un sonrojo inesperado que ha dejado marcados a todos, ya que no se salva ni un solo integrante del plantel.

El Unicaja viajó en AVE por la mañana desde Valencia y al llegar al mediodía a la Estación María Zambrano se dirigió directamente al Martín Carpena para entrenarse. El equipo tuvo una sesión de trabajo en el Palacio, y volverá a ejercitarse hoy y mañana, ya que el domingo juega otro importante encuentro, ante el San Pablo Burgos. Los jugadores son conscientes del bochorno sufrido en Valencia, así que en sus manos está rectificar y afrontar con profesionalidad y dignidad el tramo final de esta temporada. El equipo es consciente de que los tiros no pueden entrar, pero que jamás se pueden bajar los brazos, dejarte pisotear y arrastrarse. Eso, el Carpena no va a permitirlo.