El Unicaja se mide esta tarde (19.15 horas/Movistar) al Montakit Fuenlabrada en una jornada intersemanal rara, con un horario horrible, en el que los malagueños tratarán de recuperar el hábito de ganar partidos, ultimando el ensayo de lo que está por venir para los play off por el título de Liga Endesa. Las victorias valen su peso en oro en la ACB y el Unicaja necesita sentir que ganar partidos es su hábitat natural. El equipo de Luis Casimiro ha sido capaz de sacar adelante los dos últimos duelos ligueros, ante el San Pablo Burgos (91-70) y en la pista del Movistar Estudiantes (72-80). Ahora tratará de hincarle el diente al equipo madrileño y enlazar así su tercera victoria consecutiva.

Únicamente en dos ocasiones ha sido capaz este Unicaja de ganar tres choques seguidos en ACB. Y de eso ya ha llovido bastante. Hay que remontarse al mes de noviembre. En su meteórico arranque de curso, los verdes ganaron de forma consecutiva en octubre a Herbalife Gran Canaria (89-76), Baxi Manresa (87-96) y Tecnyconta Zaragoza (98-82). Al mes siguiente, Breogán (78-72), Morabanc Andorra (84-95) y UCAM Murcia (89-82) también cayeron ante el dominio verde.

Desde entonces, el equipo malagueño no ha podido enlazar tres triunfos consecutivos en la Liga Endesa. Su irregularidad le ha hecho ganar partidos sueltos. Y su mala racha a domicilio en todo el año 2019, perdiendo sus siete salidas antes de ganar al Estudiantes el miércoles 1 de mayo, le privó de contar triunfos. De acostumbrarse a ganar partidos y a sumar rachas exitosas. Ahora, cinco meses después de su último triunfo por triplicado, el Unicaja tiene una buena oportunidad de acostumbrarse a ganar y de preparar con triunfos y moral que echarse a la mochila esta recta final antes del play off.

El cuadro costasoleño deberá superar diversos factores que, a priori, van en su contra. Kyle Wiltjer es el único ala-pívot sano que Casimiro tiene en el equipo. Ya sabemos todos que Wiltjer, cuando está inspirado en el tiro, es un cañón. Su problema es que en defensa sufre mucho, que no ayuda en rebote y que su debilidad mental le hace irse de los encuentros con una facilidad pasmosa. Sin los lesionados Carlos Suárez y Dani Díez, Casimiro ha trabajado esta semana con varias opciones. Parece que ha llegado el momento, por fin, de Morgan Stilma. El joven canterano verde se comió el «marrón» de jugar en el infausto encuentro de Valencia. Sólo ha disputado tres partidos en lo que va de temporada, con apenas dos minutos de promedio. Es decir, que Stilma no ha tenido oportunidades.

La opción de Mathias Lessort al «cuatro» es la otra posibilidad más potable. Ya lo ha hecho en otras ocasiones Casimiro. Se gana poderío interior pero se pierde amenaza exterior. La manta se quedará corta por alguno de los extremos, así que toca, como dijo ayer el entrenador manchego, «reinventarse». No le queda otra, con la vuelta de Ryan Boatright, en un partido con un horario indigno. Un jueves normal a las 19.15 horas no es, desde luego, el mejor escenario posible. A nadie le cabe duda de que si el Unicaja jugara hoy y a esa hora un duelo definitivo de play off sería otra historia. Pero el ánimo no está por las nubes ahora. El Unicaja se asegurará el play off si gana al Montakit y pierden Joventut, Iberostar o Tecnyconta (al menos uno de ellos). Y mira de reojo a esa cuarta plaza del Valencia, consciente de que la carambola es muy complicada.

El Montakit llega jugándose la vida y con el agua al cuello. Tiene sólo un par de victorias más que los últimos clasificados. Con cambio en el banquillo (Jota Cuspinera) y de jugadores (Rowland, Kemp o Kravtsov) tratará de dar la sorpresa.