Una dudosa falta pitada sobre Salin, unida a un rebote de ataque del montenegrino Radoncic, tras tiro libre fallado por Booker, estrella indiscutible del partido, decidió este sábado un choque farragoso en Murcia, en el que el Unicaja fue mejor que el UCAM, pero en el que no supo ganar. Los verdes jugaron con fuego los 40 minutos y acabaron quemados. Como otras muchas veces este curso.

Con el pase al play off asegurado, pero sin opciones de ser cuarto y (casi) tampoco de perder el actual quinto escalón de la clasificación, el Unicaja jugó sin excesiva presión. Esa liberación, sin embargo, no le valió para lograr un triunfo que durante muchos minutos pareció en el bolsillo, pero que se escapó de forma cruel, tras otro rebote no cerrado en defensa.

El final de la Liga Regular se está haciendo largo. Muy largo. Todas las miradas están ya focalizadas hacia el play off por el título. Para el Unicaja es ya algo parecido a una «necesidad» que llegue el 30 de mayo para que vuelva a haber en juego algún aliciente más que el de una «simple» victoria en la fase regular liguera que, en este momento, no es una obligación perentoria para un equipo en «tierra de nadie», con solo dos jornadas más por jugarse y con todo el «pescao» vendido.

El UCAM ganó porque Radoncic metió la última, pero antes de eso sobrevivió en el partido gracias a su base, Askia Booker, que fue imparable para la defensa cajista, sobre todo en una segunda parte en la que anotó 18 puntos, para 25 en total. Casimiro le cambió a los defensores: Roberts, Alberto Díaz, Milosvljevic... Fue imposible. Está en racha y su equipo le debe la victoria, por más que no fuera el ejecutor final de la última jugada.

Otra vez fueron bajas Dani Díez y Carlos Suárez. Sus lesiones no son graves y es posible que ambos estén listos para la lucha por el título. Pero mientras, Luis Casimiro y su pizarra volvieron a reinventarse en el Palacio de los Deportes de Murcia. El técnico cajista le dio muchos minutos en pista al intermitente Kyle Wiltjer. Cuando el canadiense buscó refresco en el banquillo, fue el canterano fuengiroleño Morgan Stilma su recambio en el parqué. También tuvo su espacio Viny Okouo, como alternativa para Shermadini y Lessort en la posición de center. Movimientos obligados de presente, que en el futuro desaparecerán si la enfermería vacía a sus dos inquilinos.

El Unicaja fue mucho mejor que el UCAM en la primera parte, pero no tuvo continuidad. Fue a tirones. Cuando sumó tres o cuatro minutos seguidos «a full», marcó distancias en el marcador. Primero fue con un 10-17, en el primer cuarto; y después un todavía más contundente 24-36, a poco más de tres minutos para el descanso. Pero un par de defensas relajadas y un par de ataques sin premio dieron aire al rival en ambos casos, hasta el punto que el partido al descanso viajaba en casi una igualdad casi absoluta: 36-38, tras un último parcial 12-2 a favor de los murcianos.

El tercer cuarto repitió el guión anterior. El Unicaja dominó el ritmo del partido y del marcador, pero tras una nueva máxima de 10, 45-55, el rival revivió al ritmo marcado por Booker, que se echó al equipo a su espalda. El eléctrico director de juego local fue la clave para que el Unicaja no rompiera (por tercera vez) de forma definitiva el partido y que a falta del último cuarto todo estuviera pendiente de un hilo: 56-57.

El último cuarto tuvo de todo: emoción, tensión, ruido en las gradas, una descalificante a Lecomte... Con 75-76, Booker forzó una falta a 3.1 del final. Metió el primero, falló el segundo... y apareció Radoncic para a dos segundos del final hacer una canasta para la que ya no hubo respuesta, a pesar del tiempo muerto de Casimiro y del intento final a la desesperada.

Se acabó la racha de tres victorias seguidas. El próximo sábado, toca el Iberostar en su pista de La Laguna. Que acabe esto y empiece el play off. ¡Por favor!