Todo son buenas noticias hoy. El Unicaja ganó esta tarde de sábado en su visita al Iberostar, jugará el próximo play off por el título como quinto clasificado de la Liga Endesa (ya es matemático) y recuperó a Carlos Suárez a tiempo para que en los 10-11 días que quedan hasta que arranquen los cuartos de final, el capitán se ponga a tono... que falta va a hacer. Desde luego, ha habido sábados -y domingos- mucho peores este curso.

Si el partido de La Laguna era un ensayo para lo que está por venir en el play off por el título frente al Valencia Basket, con desventaja de campo, hay motivos para el optimismo. El Unicaja mostró un buen nivel en Canarias, casi siempre estuvo por delante en el marcador y, sobre todo, supo sufrir ante un rival que no se lo puso fácil y que nunca le perdió la cara al partido.

No es nada sencillo sumar en la «hamburguesa» de La Laguna. Es una pista pequeña, ruidosa, de las de antes, de ésas de puro básket de los 90 en las que el público está muy encima y para ganar tienes que hacerlo muy bien, jugar concentrado los 40 minutos y estar preparado para sortear las muchas trampas que te van a poner por delante el rival, su grada y (a veces) también los árbitros.

El Unicaja pudo esta vez con todos los inconvenientes y aprovechó para cerrar su «herida» abierta con el Iberostar, aunque lo del día de la Copa de Madrid no tiene revancha posible y seguirá doliendo bastante tiempo más.

El inicio de partido fue raro. A los dos equipos les costó mucho anotar. El ritmo del marcador fue bajo y en ese «ambiente» se sintió mucho más cómodo el Iberostar que el Unicaja (11-7). Tras una máxima de seis para los aurinegros, 21-15, los cajistas lograron equilibrar el marcador al final del primer cuarto, 21-20.

Sin poder correr, pero con acierto desde el perímetro y minimizando las pérdidas de balón, el Unicaja empezó a mandar en el marcador. No fue con ventajas claras, pero la paciencia tuvo premio y un triple sobre la mismísima bocina del canadiense Kyle Wiltjer provocó que el partido se fuera al descanso con la máxima renta a favor de los de Los Guindos, 35-43.

En el tercer cuarto se equilibraron las fuerzas. Hubo intercambio de golpes de un lado y del otro. El Iberostar quiso acercarse siendo más agresivo en defensa y corriendo. Pero el Unicaja aguantó cada tirón del rival y siguió por delante en el marcador con cierta autoridad. El partido alcanzó el minuto 30 con todo por decidir tras un 56-60 que presagiaba amociones fuertes y un final intenso.

Con el partido en un puño, 68-72, apareció la mejor versión de Sasu Salin para anotar 8 puntos seguidos y terminar de sentenciar la victoria y la quinta plaza de la clasificación liguera.

El próximo domingo, el MoraBanca Andorra cerrarrá la Fase Regular en el Martín Carpena. Después llegarán el ansiado play off y el Valencia Basket en los cuartos de final. Jugando así, al menos se podrá competir con los taronja. Éste es el camino. Que nadie dé por muerto al Unicaja.