Había ganas de celebrar el ascenso. Muchas ganas. El Unicaja logró este domingo abandonar la Primera Nacional Femenina y dar un salto cualitativo en sus aspiraciones. El equipo malagueño ya es de Liga Femenina-2, la segunda categoría del baloncesto femenino español. Y se celebró como se merecía. En la pista y en el vestuario, por supuesto. Las jugadoras del equipo llevaron a su entrenadora, Lorena Aranda, hasta las duchas del vestuario y la bañaron. El equipo lo celebró a lo grande tras una temporada muy exitosa que acabó en ducha. Una ducha que supo a gloria.