Rubén Guerrero ya es uno más en el Unicaja. El pívot marbellí está viviendo días frenéticos. Hace sólo una semana se estaba graduando en la Universidad de Samford y ahora es ya jugador del Unicaja por dos temporadas más lo que resta de ésta, y ya trabaja con sus nuevos compañeros. El pívot de 2,13 metros pasó el control médico ayer por la mañana, donde exhibió una musculatura y una fuerza fuera de lo normal. Al mediodía, al Martín Carpena, y ya se vistió de corto. Tuvo su primer entrenamiento con sus nuevos compañeros y conoció conceptos y sistemas. El club está a la espera del tránsfer internacional y luego se decidirá si se le da de alta por el lesionado Sasu Salin en la ACB para el partido del domingo ante el MoraBanc Andorra.