El mejor Unicaja de la temporada asaltó este viernes, con una autoridad más propia de otros tiempos que de la era actual, la casi siempre inexpugnable Fonteta taronja para dar un golpe de efecto a su serie de cuartos de final contra el Valencia, que ahora queda 0-1 a favor de los verdes y con la opción de cerrar definitivamente en la segunda entrega del cruce, este domingo, a las 16:30 horas, en un Martín Carpena que se prepara para vivir un día grande rumbo a -ojalá- las semifinales de la Liga Endesa. Casi nada.

Todo lo que tenía que hacer bien el equipo de Casimiro lo hizo

. Fue un Unicaja serio del minuto 1 al 40, excelso en el tiro exterior, muy activo en defensa, trabajador en el rebote, intenso en los dos lados de la pista y, sobre todo, valiente. Muy valiente.

Aunque por sí solo no sea definitivo, este Valencia 78 - Unicaja 85 forma parte ya de la historia cajista y estará para siempre ligado al nombre de Dragan y al apellido de Milosavljevic. Lo del serbio en Valencia fue majestuoso. Brutal. «Gagi» es un jugador que casi siempre está a la sombra de los demás y que no es ni mucho menos uno de los preferidos de la grada del Carpena. Pero esta vez se erigió en protagonista absoluto de una exhibición ofensiva al más puro estilo Klay Thompson que será ya inolvidable para los aficionados cajistas.

Su tercer cuarto en Valencia pasará, desde luego, a los anales de la historia del club y también de los play offs, con sus 19 puntos y cinco triples sin fallo en 10 minutos perfectos. Con otro entrenador se hubiera ido al banco después de meter el segundo, incluso a lo mejor ya ni hubiera vuelto a salir. Casimiro, sin embargo, prefirió aplicar el sentido común y aprovechar su racha para «matar» al rival. Vamos, lo normal.

Por cierto, sobresaliente también el técnico manchego con su pizarra en el antes y en el durante. Volvió loco a Ponsarnau. Sorprendió de salida dándole la manija a Jaime Fernández. Luego puso al mismo tiempo a Alberto y a Roberts. Lió al rival con defensas alternativas y con una zonita más perra que Niebla. Fueron pequeñas cosas, pequeñas trampitas que valieron para firmar el para casi todos inesperado 0-1 en esta serie de cuartos.

Dicho todo lo anterior, lo de La Fonteta no vale de nada si no se remata este domingo. El ejemplo más claro está en los cuartos de final europeos jugados contra el Alba de Berlín. Se ganó en Alemania el primer partido y después, a la calle. Ojalá el error aprendido en marzo se convierta ahora en un triunfo en junio.

Fue un partidazo. El primer cuarto fue un festival de anotación de naranjas y de verdes. El Valencia entró mucho mejor en el partido, 12-4, pero los tiradores verdes afinaron su puntería ataque a ataque y el marcador se fue hasta un espectacular 27-30 al final de los primeros 10 minutos. Del acierto máximo (6 de 11 en triples los diez primeros minutos) se pasó al colapso ofensivo más absoluto en el segundo cuarto. El peor rato del Unicaja en todo el partido lo aprovechó el Valencia para recuperar la ventaja en el marcador. Aunque el 43-40 del minuto 20 dejó todo por decidir.

Fue tras el intermedio cuando apareció Dragan Milosavljevic para decidir la suerte de la primera entrega del play off. Con «Gagi· desatado, el Unicaja empezó a meter miedo a La Fonteta, 56-65, a 1:05 del final del tercer cuarto. Solo un par de acciones positivas del exverde Will Thomas permitieron al Valencia agarrarse al partido en el minuto 30, 60-65. Pero esta vez al Unicaja no le tembló el pulso y solo un par de pérdidas hicieron pensar al rival en una remontada que nunca llegó ni siquiera estuvo cerca.

¿Quién dijo que el Unicaja tenía la temporada perdida? ¿Quién dijo que este equipo era imposible que pudiera ganarle al Valencia? ¿Quién dio por muerto al equipo de Luis Casimiro antes de tiempo?... ¡Ay, ay ay! Bueno. No pasa nada. El carro es grande y hay sitio para todos. El que se quiera subir todavía está a tiempo. El domingo, más.