El nuevo panorama del baloncesto europeo, con el cambio en el sistema de clasificación para la Euroliga, obligará a partir de ahora al Unicaja y al resto de equipos de Europa con aspiraciones de codearse con la elite a redefinir sus objetivos deportivos. Y es que La Eurocup pasa a ser la única vía de acceso para entrar en la máxima competición del básket continental en detrimento de las competiciones nacionales, en el caso cajista la Liga Endesa, que deja de ofrecer un billete por méritos deportivos para la Euroliga del año siguiente. Un cambio que ha revolucionado el panorama del deporte de la canasta en Europa.

Hasta la fecha, la ACB guardaba una plaza segura para el equipo mejor clasificado tras la disputa del play off por el título, al margen de los tres que cuentan con su Licencia A multianual y que tienen su participación asegurada: Real Madrid, Barça Lassa y Baskonia. Es, por ejemplo, la vía que utilizaron las dos últimas temporadas el Valencia Basket (2017/2018) y el Herbalife Gran Canaria (2018/2019) para jugar la máxima competición del básket en Europa. Pero esto ya es historia.

A partir de esta próxima temporada 2019/2020 que arrancará en poco más de dos meses, la única manera que un equipo español tiene de jugar la Euroliga del año siguiente es siendo el campeón o el subcampeón de la Eurocup. Ni siquiera ganar la Liga Endesa por delante de Real Madrid, Barça, Baskonia y el resto de equipos españoles dará al campeón de la ACB plaza en la siguiente Euroliga a partir de ahora.

Así las cosas, toca redefinir los objetivos y dosificar los esfuerzos. Suena muy raro, pero la lógica dice que a partir de septiembre el partido importante de cada semana para el Unicaja pasa a ser el continental intersemanal, por delante del nacional del sábado o del domingo. Nadie en el Unicaja lo dice de viva voz, pero en privado sí se empieza a admitir que en el orden de prioridades está la Eurocup ya por delante de la Liga Endesa.

Este año se da la circunstancia de que la Copa del Rey es en Málaga, por lo que el Unicaja ejercerá de anfitrión en el Martín Carpena y ni siquiera tiene la presión de acabar la primera vuelta liguera entre los 7 mejores para tener su billete para el torneo del k.o. Eso sí, la primera parte de la temporada es la que definirá qué cuatro equipos acceden al torneo copero de Málaga 2020 como cabezas de serie en el sorteo y ahí sí debe el Unicaja hacer un esfuerzo para tratar de evitar a los «cocos» Barça y Real Madrid (salvo milagro estarán sí o sí en el bombo de los cabezas de serie) en el cruce de cuartos de final.

Pero a partir del paso del ecuador liguero, mediado el mes de enero, la propia Copa del Rey de febrero y la competición continental pasarán a ser los objetivos primordiales de un Unicaja que buscará en la Eurocup una de las dos plazas en juego para jugar la Euroliga 2020/2021 y un título de la Copa del Rey que, disputándose en casa, puede ser más factible que hacer un buen papel en el play off final de la Liga Endesa, en el que el único premio es ganarla, pero que en eliminatorias al mejor de cinco partidos se plantea como un reto casi imposible ante rivales de la talla de madridistas y, sobre todo tras los fichajes de este verano de Mirotic, Abrines y Higgins, un Barça Lassa fabricado para ser casi invencible.

La decisión de la Euroliga de variar su sistema de clasificación ha generado indignación en la Liga ACB, que pierde su gran aliciente para todos esos equipos «terrenales», al margen de los tres «grandes», de tener el premio gordo al final del campeonato de lo que hasta ahora se llamaba una Licencia C para jugar la Euroliga. Se pierde esa vía, pero se gana una doble licencia a través de la Eurocup. Antes el premio era solo para el campeón y ahora será también para el finalista.

Un nuevo panorama, en definitiva, que exigirá al club de Los Guindos una redefinición de sus objetivos y a la «Marea Verde» la adaptación a los nuevos tiempos que vienen. Si jugar la Euroliga 2020/2021 es el objetivo, el único camino es llegar a la final de la Eurocup. No hay más.