En pleno éxodo de jugadores españoles hacia Estados Unidos, fomentado por la posibilidad de aunar estudios y continuar practicando el baloncesto a un buen nivel, nació en Málaga hace ahora un año un proyecto distinto que precisamente pretende aunar la formación y la inserción laboral con el mundo del baloncesto. Fundación Unicaja dio soporte y luz a esta iniciativa, que en su primera temporada, partiendo desde la Primera Nacional, dio unos excelentes resultados deportivos, logrando un ascenso a la Liga EBA que solo la falta de ayudas económicas ha impedido que se hiciera realidad.

El caso es que este martes y miércoles, en el Pabellón de La Mosca, se realizará una jornada de puertas abiertas para todo aquel que quiera sumarse a esta iniciativa. La gran novedad es que también el proyecto se abre al baloncesto femenino, con un equipo que competirá de igual manera en Primera Nacional la próxima temporada. Se buscan jugadores mayores de 18 años para ambos equipos, el masculino y el femenino, que contarán con becas para sus estudios.

El objetivo está claro: hacer del baloncesto un motor social y educativo, dando una segunda oportunidad para muchos jóvenes que quieran seguir estudiando. Y también acercar al mercado laboral a otra serie de jugadores que dejaron escapar el tren de la Universidad y que han jugado por 600 ó 700 euros al mes en categorías FEB, lejos de un sueldo digno.