Tercera victoria en 8 días e invicto en Europa. El Unicaja ganó este miércoles en Polonia su segundo partido de la liguilla de la Eurocup y mantiene su liderato del grupo D europeo a la espera de que el martes de la próxima semana se vea las caras con el otro invicto, el Galatasaray turco, en el primer gran partido de la «eurotemporada» en el Martín Carpena (ojalá lleguen muchos más, sobre todo a partir del mes de febrero).

Polonia volvió a ser territorio «amigo» para el Unicaja. Esta vez fue después de un partido muy malo, repleto de errores por parte de ambos equipos, en el que el Unicaja fue el tuerto y el Asseco Arka Gdynia, el ciego. Por momentos el partido fue, desde luego, impropio de una competición como ésta. Solo la emoción y el resultado final valieron la pena.

Este tipo de liguillas de solo 10 jornadas que se juegan en solo un par de meses tienen sus propias reglas. Ganar todo lo que juegas en casa y sumar una victoria a domicilio es pasaporte seguro para el Top 16. Luego ya si quieres más, tienes que ir casi a full cada semana buscando un pleno o semipleno que te lleve como campeón de tu grupo a la segunda fase. Algo que a priori parece una tontería, pero que luego suele ser clave para encarar las eliminatrorias finales.

El triunfo en el Gdynia Arena fue sufrido y sin mucho glamour, pero vale lo mismo que cualquier otro anotando 100 puntos o dejando al rival por debajo de 50. Supone, además, sumar fuera de casa a la primera oportunidad, afianzar al equipo en la zona más alta de la clasificación del Grupo D y dejar definitivamente a un lado las críticas de las semanas anteriores. Las dudas siguen latentes, pero es que hasta que no pase un mes o más este equipo va a seguir en construcción y con dudas. Queda mucho trabajo por hacer, el margen de mejora es realmente infinito, pero el proyecto 2019/2020 va sumando victorias y eso es lo único realmente importante por ahora.

El Unicaja no estuvo bien. Creo que estaremos todos más o menos de acuerdo. Se pareció más al del día del Manresa que al del día de Vitoria. Lo que pasa es que se encontró con un rival que estuvo muy por debajo de lo esperado y dio facilidades. Sobre todo su estrella, Josh Bostic, que hizo 1 de 10 en tiros de campo. No digo que no estuviera bien vigilado y tenga mérito la defensa verde, pero es que cuando tiró liberado, tampoco la metió.

Los 40 minutos de la segunda entrega continental tuvieron, en definitiva, muy poca calidad. El 6-12 del final del primer cuarto lo dice todo. Fueron 10 minutos indignos de la que se supone es la antesala de la mejor competición del baloncesto europeo. Muy mal el Unicaja, pero inexplicable lo de los polacos, que la semana pasada en la pista del Oldenburg alemán las metían todas, pero ante los verdes eran incapaces ni solos debajo del aro.

El Unicaja marcó una máxima de 11, 10-21, pero fue incapaz de romper el partido. Una racha de tres triples casi seguidos de Green, en el único momento de lucidez ofensiva del rival en todo el partido, provocó casi sobre la bocina del intermedio que el Asseco se fuera al descanso por delante, 30-28. Increíble, pero cierto.

El Unicaja mejoró su imagen en el tercer cuarto. No estuvo súper, pero al menos tuvo más fluidez en ataque y sufrió menos atrás. Varios buenos minutos de Thompson, con dos triples incluidos, volvieron a poner al unicaja 10 arriba, 35-45, aunque al final del tercer cuarto la ventaja era solo de +5, 44-49.

La decisión quedó para el cuarto final. El Unicaja ahí supo jugar con la ventaja en el marcador para superar los intentos de remontada de un Asseco, incapaz de hacer bien dos ataques seguidos