­El Unicaja tenía este pasado sábado en Burgos un partido clave para definir sus objetivos

en este esprint final de la primera vuelta liguera. Ganar en el Coliseo del San Pablo les hubiera supuesto a los verdes asentarse en las ocho primeras plazas y quedar a tiro de piedra del tercer y del cuarto puesto, con todavía seis jornadas más hasta el final de la primera vuelta liguera. Pero la derrota 77-60 ante el San Pablo, lo que ha supuesto es dejar a los cajistas en la zona media-baja de la clasificación y con el objetivo virtualmente ya imposible de estar en el Top 4 al final de la primera vuelta.

Que nadie se engañe, con el billete copero asegurado en calidad de equipo anfitrión por la disputa de la próxima cita del k.o Málaga 2020 en el Martín Carpena, el reto de estas primeras 17 jornadas de la Liga Endesa no era otro que hacer el esfuerzo de acabar la primera vuelta entre los 4 primeros para evitar a Barça y Real Madrid en el sorteo de cuartos de final.

Salta a la vista que blaugranas y blancos van a «otro nivel», que un hipotético cruce con ellos en la primera ronda copera obligaría a poco menos que un milagro para estar en «semis». Por eso era tan importante ir en su mismo bombo en el sorteo. Desgraciadamente, solo las matemáticas impiden decir a día de hoy, 2 de diciembre, que ese objetivo es ya imposible.

Los números son duros. El Unicaja ha cerrado la jornada 11 liguera con 5 victorias. O sea, que restan 6 jornadas más hasta el corte copero y a lo máximo que puede aspirar el Unicaja sería a sumar 11 triunfos al final de la primera vuelta, una cifra que el curso pasado, por ejemplo, no le valió para ser cabeza de serie en la Copa, en favor de un Iberostar Tenerife, que firmó el mismo balance de 11 victorias y 6 derrotas tras la disputa de la primera vuelta liguera, pero que tenía un mejor average general que los verdes, por lo que los isleños fueron a Madrid 2019 como cabezas de serie y los de Luis Casimiro lo hicieron desde el segundo bombo (el azar luego unió a ambos en el cruce de cuartos, con el resultado que todos recordamos a favor del Iberostar).

Solo las matemáticas dicen «sí»

Es evidente que las matemáticas dicen todavía que sí es posible ser Top 4, pero resulta un ejercicio de fe estratosférica pensar que los verdes van a ganar los seis próximos partidos, con visita al Palau Blaugrana incluida. La verdad es que los verdes tienen un calendario bastante asequible, con tres partidos en casa ante Gran Canaria, Casademont Zaragoza y Obradoiro y dos salidas «amables» a Fuenlabrada y a la pista del UCAM de Murcia, además de esa visita al Barça. En condiciones normales se podría hablar de cinco partidos «ganables» y solo el reto de sorprender al equipo de Mirotic en su ambiente como gran desafío. Pero el problema es que visto el juego del equipo y sus problemas para anotar y jugar un buen baloncesto, soñar con esas seis hipotéticas victorias es pura ciencia ficción.

Con las cuatro primeras plazas «casi» imposibles, sí que está al alcance de la mano todavía el tratar de terminar la primera vuelta en zona copera, es decir, entre los 8 primeros, para que no sea un «regalo» jugar la Copa de Málaga. La igualdad es máxima y dos partidos seguidos ganados te hacen dar un salto en la clasificación de varios puestos. También debe ser un reto en estas próximas semanas mejorar un average muy malo en la actualidad.

Y es la la diferencia de puntos de los cajistas en la clasificación actualmente es negativa. El Unicaja tiene un -23, después de anotar 805 puntos y recibir 828 en lo que va de Liga. Hay que recordar que los empates a victorias en la clasificación, al final de la primera vuelta, los decide el average general que tengan los equipos implicados en esos empates. Por ejemplo, el Unicaja ganó esta primera vuelta al Valencia Basket en La Fonteta por 63-79, sin embargo, los taronja están a día de hoy por delante de los de Los Guindos en la clasificación con el mismo balance de victorias y derrotas (5-6) porque tienen un average positivo de +65. Lo mismo ocurre con el Baskonia, al que también ganó el Unicaja en esta primera vuelta en el Buesa Arena, pero que con idéntico balance 5-6 también está por delante de los verdes en la tabla gracias a una diferencia de puntos de +17.

La última vez que el Unicaja fue cabeza de serie para una Copa del Rey fue la campaña 2014/15, en la que el equipo de Joan Plaza terminó la primera vuelta con un gran balance de 14-3. Son ya cinco temporadas desde que los cajistas no disfrutan de ese privilegio, que no es garantía de nada, pero que sí ayuda a ir el día del sorteo con más opciones de «encontrar» un rival más asequible en la primera eliminatoria.