Todo son malas noticias. El Unicaja perdió en Badalona la última cita de la liguilla del Top 16 de la Eurocup, se queda sin «factor campo» en la eliminatoria de semifinales (si es que pasa el cruce de cuartos de final) y aumenta la lista de bajas con un Josh Adams que se dobló el tobillo en el esprint final del partido, que tuvo que ser ayudado para salir de la pista y que habrá que ver qué lesión tiene en las próximas horas. La primera impresión fue muy, muy, muy mala. Pero habrá que esperar a que los médicos digan lo que tiene y hasta cuándo no podrá ayudar al equipo.

La verdad es que lo de Badalona fue una noche para olvidar. El equipo dio la cara los tres primeros cuartos, estuvo más tiempo por delante que por detrás en el marcador, pero le faltaron las fuerzas en el último cuarto y la lesión de Adams acabó por rematarlo.

Los verdes tenían en la mano amarrar la ventaja de campo hasta la finalísima. Solo tenían que ganar en el Olimpic, no dependían de terceros resultados. Pero las bajas y el mal último cuarto le dejaron con las ganas. Contra el Venecia italiano, en cuartos de final, el factor campo sí estará del lado de los verdes. A partir de ahí, se se llega a semifinales, habrá que remar cuesta arriba.

Si el rival es el Monaco, será la pista monegasca la que marcará el ritmo de la eliminatoria. Eso sí, si el semifinalista es el Virtus o es el Darussafaka (hoy juegan boloñeses y turcos su partido pendiente), el play off al mejor de 3 tendrá el desempate en Málaga por ser los verdes campeones de su grupo en el Top 16 y su rival (los italianos o los turcos) segundo del suyo.

El 101-86 final no hizo justicia a lo visto durante los 40 minutos. El Unicaja mostró sus intenciones en el arranque. Pero el 0-5 y el 9-14 fueron dos ventajas pasajeras. El Joventut igualó las cosas y el intercambio de canastas de los 10 primeros minutos se cerró con un mínimo 17-16 a favor de los locales.

El segundo cuarto fue más de lo mismo. La tercera falta de Josh Adams encendió la luz de alarma, con 28-23 para los locales. Casimiro puso en pista a Pablo Sánchez, que jugó muy buenos minutos. El canterano de Linares anotó un triple, asistió, robó un baloncito y aupó a su equipo para llegar al descanso por delante en el marcador, 37-39.

Un triple de Deon Thompson puso el +6 para los de Los Guindos, 44-50, justo la jugada antes de que un desconcentrado y perdido Adams se cargara con su cuarta falta personal.

Con Pablo Sánchez otra vez en pista, el Unicaja, liderado por Brizuela, se fue de 7, 46-53. Dos triples seguidos de Aróstegui, uno inverosímil a tablero, con la bocina de posesión sonando, permitieron al Joventut empatar el partido 62-62, a 2.25 del final del tercer cuarto. Los de Los Guindos aguantaron el empuje de los catalanes y el partido alcanzó el minuto 30 con 67-70 para los de Casimiro.

Cuando parecía que el partido se iba a decidir en un cara o cruz final, el Unicaja desapareció. Encajó un 12-0 de parcial y la Penya se puso 79-73, con solo 6:40 por jugarse. En el intento de remontada, Adams se lesionó y el partido acabó para los verdes, que quedan todavía más tocados en lo físico y en lo anímico. Una pena.