El Unicaja es uno de los clubes de la Liga Endesa que ha decidido, por ahora, no aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a sus jugadores. Fuenlabrada, Casademont Zaragoza, Baskonia, Baxi Manresa o el mismísimo Barça son algunos de los equipos de baloncesto que sí han aplicado reducción de salarios a sus plantillas por culpa de la pandemia del COVID-19.

Un consejo de administración, encabezado por el presidente, Eduardo García, tomó esta decisión el pasado 24 de marzo, cuando iban 11 días de confinamiento. Una determinación que, no obstante, quedó pendiente de revisión posterior en función de la evolución de esta crisis sanitaria que, desgraciadamente, no ha ido a mejor con el paso de los días.

Aunque todavía no es oficial, todo hace indicar que el actual estado de alarma será prorrogado de nuevo por el Gobierno de España en las próximas horas por dos semanas más, hasta el 26 de abril, una ampliación que requerirá una nueva reunión del consejo de administración cajista para replantearse la decisión tomada hace un par de semanas.

Algunos jugadores del club ya han sido consultados por parte de los rectores cajistas sobre la posibilidad de aplicarles una rebaja en sus salarios próximamente, si es que el consejo de administración aprueba esta medida. Y es que la falta de ingresos provoca que el club pueda cambiar su idea inicial.

El acuerdo logrado en el consejo el pasado 23 de marzo ha provocado que los jugadores permanezcan en Málaga desde que se suspendieron los entrenamientos, siguiendo las pautas marcadas por el preparador físico a la espera de que acabe este confinamiento. Como se explicó días atrás, los cuatro jugadores americanos mostraron cierta intranquilidad al club los primeros días, ante la situación que se estaba produciendo. Josh Adams, aunque lo cierto es que ni el base-escolta ni ninguno de sus compañeros han abandonado la capital de la Costa del Sol por ahora, algo que se espera que no cambie, pase lo que pase con esa posible aplicación de un ERTE.

La idea que se plantea el consejo de administración cajista tampoco es nada nuevo en otros países. Hasta la mismísima NBA propone que los jugadores tomen una reducción de sueldo del 50 por ciento a partir del 15 de abril, a lo que la asociación de estos, la NBPA, ha respondido que solo aceptarán una disminución del 25 por ciento y a partir del 15 de mayo. Según publica "The Athletic", ambas partes discuten qué hacer financieramente si la temporada regular 2019-20 no se reanuda, incluida la posibilidad de retener hasta el 25 por ciento de los salarios restantes de los jugadores en un depósito de la liga. ç

En la misma información, se afirma que si la NBA comienza a cancelar partidos, la cláusula de fuerza mayor en el convenio colectivo se ejercerá automáticamente, según la cual los jugadores perderán aproximadamente el uno por ciento de su salario por cada partido cancelado. El paro de actividades por la pandemia de coronavirus se considera un evento de fuerza mayor porque impide que la NBA cumpla con sus obligaciones, según lo establecido en el acuerdo laboral.

Lo que está claro en el caso cajista es que el respaldo del banco permite al club verde no tener que tomar una medida traumática sin tiempo para meditar bien los pros y los contras de la misma, que es lo que los rectores cajistas harán estos próximos días.

Tanto la Liga Endesa como la Eurocup tienen la firme intención de acabar sus respectivas competiciones, pero no hay seguridad de cuándo será esto ni de cómo se llevará a cabo. Mientras sigue este periodo de cuarentena, sin partidos ni entrenamientos, podría llegar esa rebaja salarial todavía por decidir a una primera plantilla verde que aguarda acontecimientos.